Arranca el 2020 para los judokas chilenos Thomas Briceño y Mary Dee Vargas. Un año que estará marcado totalmente por la ilusión de clasificar a los Juegos Olímpicos que se disputarán en Tokio.
A la cita en los tatamis asiáticos irán los 18 primeros clasificados del ranking olímpico de cada peso. Aquí está la limitante de que solo puede ser uno por país, lo que le abre aún más opciones a las cartas nacionales.
Si no logran estar entre estos 18, tienen la chance de entrar por la «clasificación continental», que consta en una sola cuota por país, para el judoka que cuenta con más puntos en el ranking.
Y es a través de esta condición que hoy Mary Dee Vargas está entre las clasificadas. La criolla está 36 en el ranking olímpico, consiguiendo la cuota continental en su categoría.
Mientras que Thomas está 43 en los -100 kilos, y por ahora fuera de clasificación.
Pero hay una posibilidad de que ambos puedan conseguir los boletos a Tokio, algo que sería histórico porque nunca antes Chile ha tenido dos representantes clasificados.
«Para que puedan clasificar ambos hay dos chances. La primera, que estén entre los clasificados directos, es decir, entre los 18 primeros de sus categorías. En este escenario incluso se podría abriri una cuota continental para un tercer deportista chileno. Y la otra alternativa es que uno de los dos clasifique directamente, para que así el segundo pueda recuperar la cuota continental», explica Geoffroy Andrieux, gerente técnico de la Federación de Judo de Chile.
Para soñar con esto y sumar los puntos necesarios, ambos arrancarán el 2020 viajando el 17 de enero para participar en el Grand Prix de Israel, para luego decir presente en el Grand Slam de Francia.
Cabe recordar que Briceño ya estuvo en los JJ.OO. de Brasil 2016, donde en la categoría de -90 kilos avanzó hasta la segunda ronda. En su estreno venció al jordano Ibrahim Khalaf, y luego se inclinó ante el coreano Donghan Gwak, en ese entonces campeón mundial.
El ranking olímpico para Tokio cierra el 30 de mayo.