Aranza Villalón golpeó fuerte hace una semana. El domingo antepasado, la chilena conquistó la clasificación general de la Vuelta a Colombia, adjudicándose la corona en tierras donde el ciclismo de ruta es ley y convirtiéndose, además, en la primera extranjera en ganar la competencia.
En 13 horas, 34 minutos y 52 segundos, Villalón se catapultó hasta lo más alto de la general, tras haber conquistado en la cuarta etapa, de cinco en total, la contrarreloj individual. En la última jornada, y con el título casi bajo el brazo, a la pedalera del team Avinal-GW-El Carmen de Viboral sólo le bastó cruzar la línea de meta con el pelotón para romper con la hegemonía local.
Con el triunfo en Pereira, Villalón cerró un 2019 de ensueño: fue tercera en el Campeonato de Chile de contrarreloj, segunda en el de ruta, ganó dos etapas en la Vuelta a Antioquia y se adjudicó el Tour Femenino de Colombia con una victoria de etapa incluida.
¿Cuál es el balance que haces del 2019?
El balance es bueno. La planificación con mi entrenador, Daniel Bresch, fue bien específica, era estar en los Panamericanos. Como sabíamos que estábamos en un equipo, la idea era hacer algo bueno y gracias a Dios se pudo lograr los objetivos. El equipo nos entregó el calendario y estas dos últimas carreras son las grandes competencias, donde el team quiere estar bien, entonces, se planificó y se logró.
Finalmente, dar el salto al extranjero sí trajo frutos…
Exacto. Decidimos estar en el ciclismo colombiano para proyectar mi carrera y los resultados están a la vista. Estaba todo planificado, todo ha sido paso a paso. Hemos estado haciendo las cosas bien, porque es el ciclismo que a todos les gustaría tener, y para mí fue fundamental haber pasado por Colombia.
Estando afuera, ¿crees que el ciclismo chileno está muy lejos del nivel internacional?
Muchas diferencias, el nivel es otro. Estamos lejos de lo que ha logrado Colombia, espero que las cosas se arreglen, no puedo decir otra cosa, ojalá todo mejore. Hace mucha falta y es necesario que regrese la Vuelta Chile, es la motivación que le hace falta al ciclismo chileno, porque era el motor de todos los ciclistas.
En plena lucha por la igualdad de género, ¿cómo es el panorama en el ciclismo?
Es igual que acá en Chile, las diferencias son grandes y son las mismas de siempre. Falta mucho por trabajar y ojalá se mejore, por el bien de la sociedad y la cultura.
¿Qué se viene para el 2020?
Esperemos que todo esté bien encaminado, porque la idea es pelear el cupo a los Juegos Olímpicos. Además, el dueño del equipo va a ser el director del equipo Emirates, entonces, sacaron una rama femenina, que va a estar compuesta por cuatro competidoras y yo seré una de ellas. Eso es un escalón importante, porque significará estar en un equipo World Tour, donde podré ir a competir a Europa.