Compartieron como jugadores en Rosario Central y en el Feyenoord, e irrumpieron en Chile con destacadas campañas al mando de la Universidad de Concepción (2013-14) y O’Higgins (2015). Pablo «Vitamina» Sánchez y Patricio Graff han vivido el fútbol íntimamente ligados, pero hoy, a la distancia, quien fuera el jefe de la dupla ve cómo su ex mano derecha está muy cerca de dar el gran salto de su incipiente carrera y firmar por Universidad Católica.
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A fines del 2015, cuando dieron por finalizado su ciclo en Rancagua, Graff le comunicó a su jefe y amigo que iniciaría su propio camino como DT. Éste no sería fácil para Pato, quien recién en mayo del 2017 tomó la banca de Coquimbo Unido y, desde ahí en adelante, la historia es meteórica y más bien conocida. Cerca de que se concrete su llegada a San Carlos de Apoquindo, el ex lateral izquierdo recibe los elogios de Vitamina -actualmente al mando del Oriente Petrolero de Bolivia-, quien describe la forma de trabajo de su ex ayudante y revela algunos diálogos que han sostenido en los últimos días.
¿Qué te parece que Patricio, tu ex ayudante, esté cerca de firmar en el campeón del fútbol chileno?
Me siento orgulloso por Pato, porque se lo merece. Hizo un trabajo maravilloso en Coquimbo, me acuerdo de que cuando agarró el equipo, estaba en la «B» y muy mal, con posibilidad de descender a Segunda Profesional. Lo tomó en las últimas fechas, lo salvó y al año siguiente ganó el ascenso prácticamente como líder de punta a punta. Además de ganarlo en sí, estuvo la manera, con un equipo que jugaba muy bien, que se destacaba por sobre el resto, que nunca traicionó una idea. Después, en lo más difícil, pudo sostener todo en Primera y lo logró con mucha solvencia y claridad, haciéndose muy fuerte de local. Para mí gusto, Coquimbo fue uno de los mejores equipos junto a La Calera de Paqui Meneghini. Me parece sumamente merecido, ojalá se concrete, ojalá que tanto Tati como la gente de la Católica confíen en él, porque seguramente le irá muy bien. Tiene muchísima capacidad y sin desmerecer a los jugadores de Coquimbo, en Católica va a disponer de un plantel aún más rico de jugadores.
¿Cómo es en el día a día de trabajo Patricio Graff?
Es un tipo súper profesional y muy trabajador. Cuando estuvo conmigo mostró su profesionalismo y capacidad de trabajo en cada momento, lo mismo que en su carrera como futbolista, en la que tuvo muchas dificultades por lesiones graves. Sin embargo, siempre se repuso y salió adelante. Como entrenador es muy serio, simple, práctico, con buena llegada al futbolista, un tipo que se hace respetar, pero que también es cercano al jugador. Tiene ese condimento importante que, a mí parecer, siempre debe tener un buen entrenador.
Pese a las dificultades, Graff tuvo una gran carrera como jugador. ¿Eso juega un papel importante en su formación como entrenador?
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Hay jugadores que han sido maravillosos y que han tenido un recorrido bárbaro, pero que no han sabido aprovechar o no les ha interesado el conocimiento futbolístico. En el caso de Pato, tuvo un recorrido muy bueno, estuvo en el Feyenoord, estuvo ocho años en España, partió en Rosario Central y terminó en Gimnasia y Esgrima de La Plata, una muy buena carrera. Evidentemente, él sí tuvo la capacidad de acumular, de acaparar, de aprender, de cosechar mucho conocimiento y hoy se ven los frutos. Tiene la ventaja de que se ha capacitado y se lo puede transmitir a los futbolistas para así lograr éxito deportivo.
Patricio salió de tu cuerpo técnico a fines del 2015 y desde ahí ha tenido un ascenso muy meteórico ¿Qué te parece la rápida evolución de su carrera?
Cuando terminamos el año en O’Higgins me dice «me voy a largar solo, tengo que hacer un esfuerzo», y yo le dije que estaba listo para hacerlo. La familia de Pato estaba y está radicada en España, y ante eso me dijo «lo tengo que hacer por mi familia, para que valga la pena la distancia». Le costó un tiempo, hasta que le salió lo de Coquimbo y la aprovechó muy bien. Y ahora aparece esto. En el fútbol muchas veces el contexto también ayuda, Católica se queda sin entrenador, se libera un espacio y sin Quinteros, creo que uno de los nombres o el nombre más proyectable que hoy tiene la liga chilena es Patricio Graff. Cuando recién nos enteramos de que se fue Quinteros, uno decía «¿quién lo puede reemplazar?», y no hay mucho que pensar, me parece que Pato es el hombre indicado. Yo no sabía esto, me estoy enterando ahora por ti, había un rumor, pero no estaba seguro. Por lo que me estás diciendo, hay posibilidades concretas.
Destacas mucho su proyección…
Tiene una proyección muy interesante. Más allá de que está dando un gran paso en su carrera, Pato es muy joven y tiene todo por delante, tiene todo por lograr. Ojalá que siga de la misma manera, que siga cosechando éxitos en lo laboral.
Más allá de todo lo profesional, como amigo de Patricio, ¿qué te parece que esté muy cerca de dar un gran salto?
Feliz. Hablé con Pato hace poco, me dijo «creo que salgo de Coquimbo, aún no sé dónde, tengo un par de posibilidades». A nosotros como entrenadores no nos gusta mucho decir los equipos, porque como que se puede caer, tenemos miedo de que no se concrete la negociación, pero me dijo que tiene cosas interesantes. Ojalá que salga todo bien, que Pato pueda elegir lo mejor posible, tanto en lo deportivo como en lo económico, y meterle para adelante. Es una gran alegría, sobre todo porque hoy, en una profesión tan complicada, tener dos o tres opciones es un lujo de pocos y hoy Pato está en esa situación.