La concesionaria Azul Azul trabaja rápidamente para conformar el plantel 2020 de Universidad de Chile y para ello maneja diferentes alternativas que ayuden a tener un mejor rendimiento que el obtenido durante la temporada 2019. Durante el presente año, los universitarios estuvieron seriamente preocupados por la posibilidad del descenso y sólo pudieron respirar tranquilos luego de que la ANFP diera por finalizado el Campeonato Nacional, debido al estallido social en nuestro país.
Para no tener que volver a vivir esa pesadilla, y luego de varias reuniones de la comisión de fútbol y del cuerpo técnico de Hernán Caputto, en el Centro Deportivo Azul se inclinaron por analizar con paciencia los posibles refuerzos para la U 2020 y, dentro de ese estudio, uno de los nombres más destacados y repetidos que aparecieron sobre la mesa fue el del volante chileno Pablo Aránguiz.
El mediocampista ofensivo de 22 años es seguido desde hace años por la U y estuvo cerca de concretar su arribo a la tienda universitaria durante el segundo semestre del 2019. Finalmente, Aránguiz recaló en Unión Española, en un préstamo millonario de sólo seis meses desde el Dallas FC, club estadounidense dueño de su carta. Pese a eso, desde su círculo cercano cuentan que esta vez sí existe la posibilidad de que elija a los azules, sobre todo si es que logran conseguir un cupo en la Copa Libertadores 2020.
Desde La Cisterna reconocen a El Gráfico Chile su interés absoluto por contar con Aránguiz para el próximo año, pero están a la espera de que el Dallas FC acepte su oferta formal de cesión por una temporada completa. Es decir, una situación parecida a la que ocurre con la negociación de Felipe Mora con los Pumas de México, quienes ya tienen la proposición de préstamo a la U sobre la mesa, aunque también analizan si dejarlo en el cuadro de la UNAM o bien traspasarlo a la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos.
Durante su estadía en la liga chilena, Aránguiz se transformó en una de las grandes revelaciones y figuras jóvenes de la temporada 2018, y eso le permitió ser traspasado a la MLS. Pese a ello, su estadía de un año en Dallas no fue muy fructífera y sólo pudo sumar un total de 844 minutos en 20 partidos oficiales jugados, donde no marcó ningún gol.