El inminente regreso del fútbol profesional en Chile trae consigo grandes oportunidades para Universidad Católica en materia deportiva. En primer lugar, está la manifiesta opción de alzar el título del Campeonato Nacional 2019, pero, tras ello, aparecen otras aristas, entre ellas la ansiada renovación de Edson Puch.
Antes del estallido social en Chile, el iquiqueño venía acercando posiciones con la UC para trazar su posible continuidad. De hecho, el 18 de octubre, junto con su representante, la argentina Silvia Latoff, sostuvieron una reunión con la directiva de Cruzados.
El mes de protestas en el país y la consecuente suspensión del fútbol frenaron las tratativas, pero con el regreso de la competencia, se deben retomar las conversaciones. La intención del jugador es permanecer en San Carlos de Apoquindo y eso puede ser fundamental en la intensa negociación que debe llevar a cabo la UC con el Grupo Pachuca.
Los mexicanos son los dueños del pase de Puch hasta mediados del próximo año, fecha en la que Comando podría negociar como agente libre. Sin embargo, los norteamericanos no quieren desprenderse del jugador sin obtener algún rédito económico, que les permita recuperar parte de la importante inversión que realizaron a mediados del 2017, cuando le pagaron cerca de siete millones de dólares al Necaxa para quedarse con su ficha.
Por eso, desde el Grupo Pachuca insisten en que «sólo dejaremos partir al jugador a través de una venta, porque finaliza contrato con nosotros el próximo año». De momento, los mexicanos esperan una oferta por dicho concepto, por una cifra superior a los 1.5 millones de dólares.
En Cruzados no contemplan un desembolso de dinero de ese calibre, por lo que buscan otras fórmulas para poder contar con Puch en el 2020. El deseo del jugador por permanecer en el club y un sólido proyecto para disputar la Copa Libetadores del próximo año pueden resultar clave para que Comando siga defendiendo los colores de la UC.