Se acabó la angustia para Iker Casillas. El portero español fue dado de alta tras permanecer cinco días hospitalizados debido al infarto al miocardio que sufrió el pasado miércoles durante el entrenamiento del Porto.
A su salida del hospital de Oporto el campeón del mundo en 2010 aseguró que «me encuentro mucho mejor, será un reposo de un par de semanas o incluso de un par de meses. La verdad es que me da igual, no sé cómo va a ser el futuro, lo importante es estar aquí”.
El golero de 37 años dio una breves declaraciones visiblemente emocionado en las afueras del recinto hospitalario donde estuvo acompañado de su esposa Sara Carbonero: «Había que esperar y dejar que el corazón, el cuerpo y la cabeza se asienten», indicó Casillas.
El español no jugará más por lo que resta de temporada tras el infarto que sufrió hace cinco días y que lo obligó a someterse a un cateterismo.