Universidad de Chile vive una de las crisis futbolísticas e institucionales más graves de su historia y la derrota por 4-0 frente a Universidad Católica del pasado domingo así lo confirma. Durante la temporada 2019, los laicos han sufrido la renuncia del técnico Frank Kudelka, del presidente de la concesionaria Azul Azul, Carlos Heller, y un sinfín de malos resultados deportivos, que los tienen en el último lugar de la tabla de posiciones.
Pese a esa urgente necesidad de una rápida solución, en el Centro Deportivo Azul tienen las manos atadas para tomar decisiones o realizar cambios grandes dentro del club. Más allá de que los universitarios designaron a José Luis Navarrete como timonel interino, las determinaciones importantes deberán tomarse en la Junta Ordinaria de Accionistas de Azul Azul, del próximo lunes 22 de abril en el hotel Intercontinental.
En esa Junta, la controladora deberá entregarles a sus accionistas el resumen y los ejercicios financieros del 2018, pero también tendrá que dar explicaciones del pésimo momento por el que atraviesa la U. Dentro de ese escenario, los directivos tendrán que abrir el debate sobre todas las polémicas que vive el club y proponer las posibles soluciones que puedan tener los problemas que han sufrido durante la presente temporada.
Además de lo anterior, y considerando la renuncia de Heller al sillón principal de la U, la Junta deberá determinar si es que se realiza una renovación de la mesa directiva, al mismo tiempo en que sus miembros manifiesten su interés de continuar en ella. En el caso de que no sea así, los accionistas mayoritarios deberán discutir sobre quiénes serán los nuevos nombres que la compongan.
Considerando que Heller sigue siendo el accionista mayoritario de la concesionaria, él tiene la posibilidad de ubicar la mayor cantidad de directores en la plana mayor de Azul Azul. Esta situación sólo podría cambiar si es que la Junta aprueba un aumento de capital, buscando generar nuevos recursos ante el delicado presente económico que vive la institución. Si es que se confirma esa alza en el número de acciones, el ex timonel tendrá menor participación en la sociedad anónima e, incluso, otra persona podría asumir el máximo control.
A una semana de esa definitoria reunión de los accionistas de Azul Azul, la continuidad de la actual dirigencia de la U está en duda y sólo la gran cantidad de fechas para que termine el Campeonato Nacional salva a los laicos del temido descenso a la Primera B.