Tiger Woods completó este domingo su largo y tortuoso camino de regreso a la cima del golf.
El astro estadounidense de 43 años entregó una tarjeta de 70 golpes, dos bajo el par, y se impuso por un impacto de diferencia sobre sus compatriotas Dustin Johnson, Xander Schauffele y Brooks Koepka, para conquistar por quinta vez el Masters de Augusta y conseguir el 15º título de un major en su laureada carrera, sólo tres menos que el máximo ganador, Jack Nicklaus.
Woods no ganaba en las grandes citas desde el US Open del 2008. Y su victoria de este domingo se da después de un largo período en el que el golfista fue afectado por un derrumbe en el nivel de su juego, así como por lesiones debilitantes y problemas personales bochornosos.
El Tigre había sugerido que podía seguir compitiendo con los mejores del mundo el año pasado, cuando triunfó en el Tour Championship. Fue su primera victoria en cualquier torneo desde el 2013.
Ahora, está en la élite nuevamente. Se ciñó el saco verde en el Augusta National, donde no se coronaba desde el 2005, tras tomar la ventaja por primera vez con un putt para birdie en el hoyo 15.
En una ronda final que se disputó en grupos de tres y desde los dos tees de salida, con la esperanza de concluir antes de que se desatara una tormenta eléctrica sobre la zona, el sol brilló paradójicamente para Woods.
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