El cuestionado entrenador de la Roja Sub 20, Héctor Robles, se hizo esperar bastante después del triunfo de Chile ante Brasil, por uno a cero. Fue su primera victoria al mando de la Selección en los dos sudamericanos que ha dirigido y lo hizo nada menos, que rompiendo un largo maleficio. Ese que dice que tuvieron que pasar 20 años para que se venciera al Scratch, en esta categoría.
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En conversación con el CDF, Robles se mostró mucho más tranquilo, respecto a lo angustiado que se vio tras la derrota ante Venezuela, el pasado sábado: «En lo personal uno se pone muy contento con este grupo de futbolistas, sabiendo que hay que tener tranquilidad en estos momentos. Hay que saborear el triunfo en lo personal, en lo emocional», indicó.
Su cara denotaba algo más de alivio y liberó tensiones y reconoció la importancia de esta victoria: «Me liberé de la angustia. Ganar a Brasil es un dulce, uno se pone contento, pero Colombia es un rival complicado», argumentó.
Sobre el andamiaje del equipo, que se vio bastante más afiatado y conectado en el césped de Rancagua, el Choro valoró la mejoría del plantel: «Cada jugador tiene su tarea y sus funciones y lo hicieron muy bien. El equipo jugó más corto, se adaptó a Brasil. Chile presionó muy bien arriba y jugo más a la segunda pelota. Los jugadores crecieron muchísimo en lo individual», precisó.
Por último, sobre la inclusión del delantero de Universidad Católica, Diego Valencia, lo felicitó públicamente por su trabajo personal y colectivo, a sabiendas que se integró a la nómina al último, tras la lesión de Nicolás Guerra: «Me pone contento lo de Diego. Tiene unas cualidades enormes en lo emocional. Quedó fuera de la nomina y volvió con una gran actitud. Felicito a los jugadores por su calidad humana», cerró.
Robles respira y ahora preparará cómo se debe servir el café colombiano, que de seguro, vendrá bastante cargado en la última fecha de la fase grupal del Sudamericano Sub 20.
