Luego de ganar el Dakar 2019 hace unos días en la categoría Side by Side (SxS), Francisco «Chaleco» López, acompañado de su navegante Álvaro León, brindó una conferencia de prensa para dar a conocer sus impresiones ya en suelo chileno, después de haber obtenido el título en Perú.
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López hizo una pausa en la disciplina en el 2014 por un grave accidente que lo dejó casi al borde del retiro definitivo, sumado a que fue padre en ese tiempo y prontamente lo será por segunda vez. Tras todo lo anterior, tuvo que estar en recuperación y después de cinco años, logró reintegrarse de la mejor manera a la máxima competencia.
Sobre su vuelta al rally más duro del mundo, indicó que «seguía el Dakar siempre por redes sociales y volví de una manera completamente diferente, más tranquilo. Corrí sin presión y así se pudieron dar las cosas. Cuando uno tiene esa motivación, llegan solas».
Respecto a su primera vez en los UTV, el piloto nacional contó que «un amigo me dijo ‘démosle con el buggy y vamos al Dakar, que este año las dunas están especialmente para competir en este vehículo’. Después de verlo, me di cuenta de que tenía las condiciones para usarlo en la competencia».
El copiloto de López, León, a su vez, se refirió a la importancia de estar al lado de un experimentado: «Fue una gran experiencia compartir con Chaleco, espero seguir haciéndolo en otras oportunidades. Estaré disponible nuevamente».
Tras ser consultado por El Gráfico Chile sobre su proyección en la categoría SxS y la masificación de ella en otros pilotos nacionales, Chaleco afirmó: «Es muy pronto para pensar en el futuro. Por mi parte, me empiezo a concentrar en las vacaciones y después pensaré en el RallyMobil. Respecto al Dakar, va a ser muy definitorio si es que viene a Chile o no, ya que se puede convertir en algo muy competitivo para los demás compatriotas y para seguir en este proyecto. Si no, va a ser complicado estar en una nueva edición».
Con esta destacada participación, López consiguió algo que buscó durante cerca de una década, que era ganar el Dakar, y que en las motos se convirtió en algo muy complejo para él. Según sus palabras, la tremenda categoría de sus contrincantes de ese entonces fue «la piedra en el zapato» para lograr llegar a lo más alto en las dos ruedas, lo que gracias a un trabajo inteligente pudo alcanzar en los UTV.
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Con el título del certamen bajo el brazo, el piloto tenino se siente muy feliz por lo que pudo realizar en el desierto peruano, el que anhelaba recorrer nuevamente, aunque ahora sobre las cuatro ruedas y, por qué no, pensando en pasarse a los autos en el 2020.