Este martes será un día clave en los pasillos de la Conmebol. Aunque se supone que a estas alturas, debería hablarse de la final que hubiesen disputado River y Boca, lo malo es que el partido se sigue desarrollando y sin lo más importante, que es la pelota.
Mañana el elenco Millonario deberá presentar sus descargos y defensa ante la bochornosa situación protagonizada por su barra brava, ante la llegada del bus de Boca al Monumental de Nuñez y que derivó en la suspensión del encuentro.
Debido a este grave suceso, el elenco Xeneize reclamó ante la Conmebol para que el ente aplique el Artículo 18 del Reglamento Disciplinario, que contempla sanciones que van desde multas en dinero, hasta la determinación de un resultado o disputar el partido en otro país.
En Asunción será la reunión en cuestión, donde la delegación riverplatense ya adelantó algunas directrices. La principal, será establecer la diferencia con lo sucedido en la Copa Libertadores de 2015, con el recordado incidente del gas pimienta, en estadio La Bombonera: «No es la misma situación. Aquella vez hubo un drone, uno que cortó la manga, otro con gas en el medio de un partido, vulnerando la seguridad privada. Lo del sábado pasó afuera. No estaban dentro del anillo de seguridad de River, era responsabilidad del Estado», dijo Rodolfo D’Onofrio, presidente de River.
Todo indica que el entuerto debería definirse este martes en las oficinas de Asunción y sin duda, deberán marcar un precedente para el futuro, debido a este bochorno que mal representó al futbol sudamericano.