Cristián Álvarez está terminando su carrera como toda una leyenda viviente de Universidad Católica. El Huaso se retirará del fútbol a fin de año y podría hacerlo levantando un nuevo título con los cruzados, con quienes ya acumula cuatro coronas del Campeonato Nacional, una Copa Chile y una Supercopa en los 16 años que ha vestido la camiseta de la UC.
Considerando el gran recorrido que ha tenido en San Carlos de Apoquindo y la condición de ídolo que ostenta en la franja, el lateral, a sus 38 años, tuvo una emotiva despedida en su último partido en el recinto de la precordillera. Tras la victoria por 1 a 0 ante O’Higgins, que los deja a un punto de ser campeón y donde jugó los descuentos para tomar la jineta, el defensor se quedó por largo rato en la cancha del estadio, fue levantado en andas, recibió el cariño de sus compañeros y también de toda la hinchada.
La emotividad del momento hizo que Álvarez no aguantara las lágrimas y terminó agradeciendo a los fanáticos por todo el cariño que le han entregado en los años que ha vestido la camiseta de Universidad Católica. Una despedida a la altura de un estadio en el que vivió tantas alegrías y que la próxima semana se puede coronar de la mejor forma si consiguen un empate ante Temuco que les permita ser campeones del Campeonato Nacional 2018.