Tozudo, inflexible, obstinado o simplemente porfiado. Fueron calificativos que Mario Salas se ganó en Chile por su forma de trabajo, la que le permitió obtener logros históricos en Universidad Católica, pero también lo llevó a tener un amargo adiós de la UC y de Chile a fines de 2017. Pero el ser humano cambia y bien lo sabe el Comandante, quien hoy vuelve a disfrutar el sabor del éxito, esta vez en el Sporting Cristal de Perú, donde ya suma dos títulos en ocho meses.
Aunque no abandona sus convicciones base, durante su periplo en Perú el ex rugbista ha experimentado una evolución a partir de cambios importantes. «Flexibilizar algunas cosas», apunta el bicampeón con la Franja en 2016, quien también reconoce que en el pasado hubo intransigencia. «En esta cuestión de repente te encierras», acusa el DT que a sus 50 años vive con júbilo su primera experiencia en el extranjero y que mantiene firme su deseo de algún día llegar a la Premier League.
¿Sirve para reafirmar convicciones lo logrado en Perú, sobre todo después de la forma en que te fuiste de Chile?
Sin duda, aunque más allá de que las cosas sean buenas o no, las convicciones siempre están fuertes. Más allá de los momentos, que pueden ser buenos o malos en el fútbol y en la vida, incluso yo diría que uno vive más momentos que no son agradables de los que son, lo que uno tiene que hacer es ir transformándose, desarrollándose y que cada una de las cosas que le pasan sean para aprender y crecer, pero en base a sus convicciones. De esa forma lo estoy viendo, pero trato de no mantenerme estancado y seguir creciendo.
Entre esas convicciones ¿Qué puedes destacar como uno de los grandes pilares que se reafirma con tu éxito en Sporting Cristal?
No sé si como un pilar profesional, más bien como un pilar de vida es el tema de favorecer siempre el desarrollo de la cohesión, tanto en relaciones personales como profesionales, en este caso con el cuerpo técnico y jugadores. Cuando uno está unido, cuando uno está fortalecido en pos de un objetivo más allá de lo individual, sino que de un objetivo colectivo, favorece al bien común. Mi convicción siempre me lleva a apuntar a eso, que de esa forma se logra lo que uno busca.
¿Ha cambiado mucho Mario Salas trabajando fuera de Chile?
Yo siento que he vivido permanente cambio, en lo personal y en lo profesional y eso me tiene contento, me tiene feliz porque siento que voy avanzando en la vida y en lo profesional también. Ahora me ha permitido, en el tema profesional puntualmente, mejorar mi metodología de trabajo, le he dado mayor paso a ciertas áreas que dentro de desarrollo integral de los jugadores son súper importantes, como todo el tema psicoemocional que lo aplicamos en algún momento en Católica y que ahora lo estamos desarrollando mucho más. Son cosas que me tienen bien ilusionado, con mucha expectativa de poder desarrollar estos temas para poder mejorar los rendimientos de nuestros jugadores.
¿Por dónde pasan estos cambios de Mario Salas? ¿Está presente la autocrítica?
Tiene que ver con acciones, también tiene que ver con lo que tú dices, pero sobre todo tiene que ver con un tema de darle espacio a cosas que antes no lo tenían. En esta cuestión de repente te encierras, dices ‘el camino es este y no hay nada que pueda entrar y generar un cambio, porque este camino te ha dado resultados’. El cambio tiene que ver con esto de flexibilizar algunas cosas, ir adaptándome, permitirme el desarrollarme y lograr un mejor desarrollo de mis jugadores y en general de la gente con la que convivo a través de nuevas formas. Ahora aplico el no encerrarse, el no enceguecerse, el no decir ‘este es el camino y no podemos salir de esto’. Hay que ir adquiriendo cosas nuevas, ir sumando, ir mutando, ir variando e ir creciendo.
¿Te pasó la cuenta en el pasado eso de encerrarte en tus ideas?
No, para nada, porque en el fondo sigo de la misma forma. Cuando hablo eso siento que hay momentos en la vida y hay momentos en el fútbol, los que van llevando a ciertas cosas. Si yo no hubiese actuado de la forma en que actué antes no podría estar viviendo lo que ahora estoy viviendo, es todo un proceso, no veo que lo anterior haya sido malo, al revés, siento que fue muy bueno, siento que fue positivo, pero el ser humano tiene que cambiar para evolucionar, uno no puede crecer si no cambia. Lo que hice antes me permitió tener una base sólida de principios, de convicciones, de ideas, las que hoy me permiten ir adquiriendo otras ideas, otros principios, otras convicciones, pero esa conversión no significa poner una cosa y sacar otra, yo siento que más bien es integrar, integrar cosas, principios, ideas, tener un mayor bagaje para poder enfrentarme mejor a distintos a los escenarios de la vida.
Por esa forma de ser que mostraste en el pasado, sobre todo en la UC, te ganaste el apodo de Junco. Con todos los cambios de los que hablas ¿sigues siendo válido lo del Junco?
Jajaja. El Junco tiene la idea de no doblarse, de defender la idea pese a los malos tiempos y permanecer de pie, de seguir yendo hacia adelante pese a lo adverso, no te doblas por cualquier cosa y si te doblas y te caes, te levantas y vuelves a seguir hacia adelante. Todo esto va de la mano con mi evolución, no es que una cosa esté exenta de la otra, se van desarrollando, se van acoplando, son cosas complementarias, esto del Junco es porque en los malos momentos uno sigue adelante de la misma forma y más allá de que nos cayéramos o no, íbamos a saber que el equipo iba a perseguir el objetivo.
A propósito de apodos ¿Te sigue molestando que te digan Comandante? En Perú también te llaman así…
Jajaja. Ya me he ido entregando un poco, ya me están convenciendo. Lo que me generaba esto del Comandante es que, si bien es cierto, yo había leído algunas cosas de Guevara, no era un fanático como decían algunos periodistas. Sí hay cosas que me llamaban y me siguen llamando la atención, me gustan sus ideas, pero estoy muy lejos de ser un fanático, entonces por eso me no me gustaba mucho, por la connotación que le daban a ese apodo. Pero al final me he ido entregando un poco con respecto a eso, no pude hacer prevalecer lo que yo sentía.
¿Sigues recurriendo a frases de Guevara o de personajes fuera del fútbol para motivar a tus jugadores?
No, hemos recurrido a otro tipo de conceptos. Tenemos la misma idea, tenemos un grito que representa las ideas o conceptos, pero no están dentro de ese tipo de formato como el que tú mencionas.
Volviendo al éxito con Sporting Cristal ¿Sirve para sanar heridas lo que estás viviendo en Perú, sobre todo por el hecho de haber salido de forma anticipada de la UC?
Yo salí de Católica con lo que salía en el contrato, cumplí con los 3 años. Si bien es cierto que llegamos a un acuerdo de trabajar un tiempo más, también estaba dentro de las posibilidades de ese acuerdo llegar al punto al que finalmente llegamos, fue todo reglamentario. Y la verdad es que no sano heridas, yo todo lo que viví en Católica lo viví como una experiencia total, desde el año en que llego, tomando un club que venía de momentos muy difíciles, con un 2015 con un gran rendimiento, logrando campeonatos en un 2016 histórico, son cosas que no se olvidan nunca. Después, el tercer año tuvimos una Copa Libertadores bastante ad hoc a lo que se podía pedir para un club que había invertido, no sólo en plantel, también en logística y un montón de cosas, lo que invirtió Católica. Y ya el segundo semestre del tercer año no fue muy bueno, pero son todas vivencias, yo tengo que ser lo suficientemente inteligente como para sacar el mayor provecho de cada una de esas experiencias, sean buenas o no. De las victorias se aprende, pero de las derrotas se aprende aún más, de los malos momentos se aprende aún más. Todo lo vivido en Católica fue algo positivo, no vengo aquí a Perú como para sanar algo, sino para seguir creciendo.
«Creo que no soy la mejor persona para que me sigan»
Más a nivel de deseos que a nivel de metas ¿Qué te gustaría lograr en el mediano plazo?
Me gustaría seguir ganando, me gustaría seguir con la idea de perseguir nuevos objetivos, pero también seguir creciendo y seguir desarrollándome en lo individual y en lo grupal como cuerpo técnico.
¿Volverías a Chile para dirigir clubes como la U o Colo Colo?
Esas cuestiones son muy especulativas, en el fondo te podría decir sí lo haría, pero a lo mejor en el momento que llega no es lo más aconsejable, porque tengo otras ideas. Yo en este tipo de situaciones, y para tomar este tipo de decisiones, prefiero estar en el momento, con el tema puesto sobre la mesa.
¿Sigue firme el sueño de la Premier League?
Por supuesto que sí, para allá vamos.
¿Siguiendo la ruta de Pellegrini?
No, yo siento que soy Salas, no soy Pellegrini, con todo respeto a Manuel, que lo admiro mucho por su trabajo y siento que todo lo que él ha hecho solamente lo podría haber hecho él, en mi caso lo que yo he hecho solamente lo podría haber hecho alguien como yo. Siento que cada uno tiene su camino, cada uno tiene su forma de ser, cada uno tiene su personalidad, su forma de manejarse. Lo he dicho siempre: yo tengo influencias, respeto a muchos técnicos que me han dirigido como Nelson (Acosta), Gustavo (Benítez), Luis Santibáñez, pero la verdad es que yo soy salista y salista morir.
¿Fundar el Salismo, así como ya existe el Bielsismo u otras corrientes?
No, no quiero fundar nada, yo soy como soy y lo soy a partir de mis formas y de las influencias que he recibido, pero en el fondo soy tal como soy. Yo no me voy a manejar como esos grandes técnicos, no puedo pretender ser como ellos. Por otra parte uno recibe incluso muchas influencias de técnicos que no son reconocidos, puedo nombrarte muchos técnicos conocidos, pero la verdad es que también he aprendido de aquellos que no lo son. Todo eso me transforma a mí en una persona distinta, única, diferente, tampoco pretendo hacer escuela, porque creo que no soy la mejor persona para que me sigan. Cada uno tiene su escuela, cada uno tiene su forma de ser y cada uno tiene lo suyo en base a principios y valores.