Cuando Croacia jugó su primer partido del Mundial de Rusia 2018, el pasado 16 de junio ante Nigeria, muy pocos imaginaban que este miércoles iban a estar avanzando a la final para disputar el título ante Francia. En una cita mundialista llena de sorpresas, lo de los croatas es una más de ellas, pero se ganaron su cupo en la gran definición a punta de esfuerzo, trabajo silencioso, garra, y sobre todo mucho juego colectivo y buen fútbol.
Y uno que debe estar lamentando esta clasificación de Croacia a la final del Mundial es un propio croata: Nikola Kalinic. Es que el delantero llegó como parte del plantel a Rusia 2018, pero bajo la dirección técnica de Zlatko Dalic no tenía grandes oportunidades y su función estaba relegada a ingresar en los minutos finales. Una situación que parece haberlo cansado y así lo dejó en claro en el debut croata en la cita mundialista ante los nigerianos, cuando se negó a entrar en los últimos cinco minutos para reemplazar a Mario Mandzukic ¿La razón? Aseguró que tenía un problema en la espalda.
La decisión de Kalinic no le cayó nada de bien al DT y decidió marginarlo de la selección en la previa del encuentro ante Argentina, válido a la segunda fecha del Grupo D del Mundial. Así, por decisión técnica, el atacante tuvo que armar sus maletas y dejar la concentración de los croatas: «en el partido con Nigeria, Kalinic estaba calentando y cuando tuvo que entrar, dijo que no estaba listo. No estaba listo ni en el amistoso contra Brasil, ni estaba listo para el entrenamiento de ayer. Necesito jugadores sanos y dispuestos, ya lo he enfatizado varias veces. Por eso le di las gracias y lo dejé ir a casa»
Seguramente, ahora que ve a sus compañeros con la opción de ser campeones en Rusia 2018, se arrepentirá toda la vida de no haber querido jugar esos cinco minutos ante Nigeria. Una decisión que le puede costar una medalla mundial.