Rusia 2018 era la gran opción que tenía Brasil de por fin dejar atrás el 7 a 1 que les propinó Alemania en su Mundial en 2014. Con los alemanes fuera del camino y los grandes favoritos cayendo de a poco, el equipo de Tite era uno de los candidatos que seguía en competencia y que parecía tener opciones de llegar a la final para conseguir el ansiado. Pero en cuartos se encontró con Bélgica y se pegó un tropezón: una derrota por 2 a 1 los dejó en el camino.
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La eliminación golpeó duro y así lo reflejaron los diarios brasileños, quienes lloraron por una nueva oportunidad perdida de sumar un título mundial, el que no consiguen desde 2002, y así lograr el anhelado hexacampeonato. «La derrota es una lección dolorosa: nadie es invencible«, titula, por ejemplo, O Globo, quienes en su versión deportiva, Globoesporte, agregaron que «el buen segundo tiempo no evitó frustración de un Brasil que vuelve a casa sin transformar en un título el buen fútbol de toda la era Tite«.
Lancenet, en tanto, quiso sacar enseñanzas de la derrota y aseguró que todavía les falta trabajo sicológico para ser campeones del mundo: «por más que algunos creyeran que en Tite teníamos un maestro en sicología, ese no era el caso. Eso quedó claro desde el estreno con Suiza, cuando vimos una selección muy tensa. Una selección que hizo una buena Copa, pero nada excepcional. Tanto así que no va a ser recordada como la 1982 o la 1986. Ni tampoco llorada como alguna de esas dos. Perder es parte del fútbol y también enseña. Pensemos en eso, pero pensémoslo de verdad«.
UOL, por su parte, hizo un análisis de Neymar y no tuvo problemas para criticarlo: «con poco brillo y muchos dolores, Neymar se despide de la Copa«. «Este viernes, en Kazán, en la eliminación ante Bélgica, no fue diferente. Incómodo y muchas veces cojeando, el atacante estuvo apagado y no consiguió empujar la reacción de Brasil«. Luego, agregaron sobre el equipo que «la generación belga brilló, eliminó a la selección de Tite y frustró el sueño del hexa«.
Pero las críticas no terminaron ahí y O Tempo fue claro: «no se puede errar en un Mundial. Voy a escribirlo de nuevo. No se puede errar en un Mundial. El fútbol brasileño quiso engranarse, pero naufragó en Kazán ante la sorpresiva generación belga. De nuevo, adiós al hexa. No es una vergüenza del tamaño del 7 a 1, pero los resquicios de hace cuatro años volvieron a ahogar el sueño brasileño en tierras rusas».
Misma tónica siguió el diario Estadao: «la vergüenza de este viernes, en Rusia, fue mucho menor que la de aquella humillación (ante Alemania). Pero no deja de ser un duro golpe para una selección que llegó al Mundial con el sello de favorito».