A la última fecha del Grupo B llegaban Portugal y España con cuatro puntos y una diferencia de goles de +1, mientras que Irán lo hacía con 3 puntos y diferencia de 0, por lo que cualquiera de los tres podía clasificar e, incluso, desempatar por sorteo que la Fifa había anunciado para el final de la jornada.
Hasta el minuto 90 de ambos partidos se daba la lógica en el encuentro de los lusos e iraníes, donde los europeos ganaban por 1-0 con un golazo de Quaresma, mientras que los hispanos sorprendían a todos perdiendo 2-1 con el eliminado Marruecos.
Con esos resultados los actuales monarcas de Europa clasificaban primeros con 7 puntos, seguidos por los campeones del mundo en 2010 con 4 unidades y los asiáticos quedaban fuera con 3. Pero en un ataque de los dirigidos por Fernando Hierro tuvieron un córner, lo jugaron rápido y Iago Aspas definió de taco a la entrada del área chica lo que era el empate 2-2, hasta que el árbitro asistente levantó la bandera cobrando el fuera de juego.
Mientras todo se iba al VAR en Kaliningrado, los del Golfo Pérsico cargaban en el área de los portugueses, hasta que Cédric tocó el balón con la mano en su propia área y el juez decidió recurrir al video arbitraje. Finalmente gol para España y penal con posterior gol para Irán, dos jugadas claras definidas por la nueva tecnología.
Con los resultados finales de España 2-2 Marruecos e Irán 1-1 Portugal, primeros del grupo quedó la Roja europea (5 puntos, diferencia +1 y 6 goles convertidos), seguidos por Cristiano Ronaldo y compañía (mismos puntos y diferencia de gol, pero solo 5 convertidos) y deberán enfrentar a Rusia y Uruguay, respectivamente, mientras que los asiáticos quedaron eliminados con 4 unidades.