Lejos de su mejor forma física, pero con un servicio y una devolución que le permiten celebrar, la estadounidense Serena Williams, una de las mejores tenistas de todos los tiempos, remontó un set a la australiana Ashleigh Barty, 17 del mundo, y pasó a la tercera ronda en Roland Garros.
De nuevo vestida con un ceñido traje negro de una pieza que evoca los trajes de los súper-héroes de los cómics -un homenaje al duro trabajo de ser madre-, la tenista, de 36 años, venció 3-6, 6-3 y 6-4 en una hora y 46 minutos.
Su rival de tercera será la alemana Julia Goerges, undécima del mundo, quien batió con esfuerzo a la belga Alison Van Uytvanck (43).
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