El Gráfico Chile

Colo Colo por fin mató la mufa y se metió luego de 11 años en los octavos de final de la Copa Libertadores

El cuadro albo sacó un empate 0-0 ante Atlético Nacional y quedó como segundo en el Grupo B, accediendo a la fase de los 16 mejores.

(Luis Benavides/AP)

Marcelo Bielsa llegó en 2009 a Chile y cambió el chip. Desde ese momento los equipos chilenos empezaron a ser ofensivos, proponiendo siempre y apretando a los rivales. Eso no pasó este jueves en Medellín, porque Colo Colo salió a refugiarse ante Atlético Nacional y rescatar un punto. Lo consiguió porque empató 0-0 y por fin rompió su mufa, para acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores.

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«Es una final y nos vamos a jugar la opción, no vamos a buscar el empate». La frase pertenece a Héctor Tapia en la antesala del partido. Muy para la tribuna, porque claramente el elenco albo, que vistió de negro, salió a defenderse, con una línea de cuatro que no pasaba la mitad de la cancha, los volantes «correteando» y Esteban Paredes solo, echado a su suerte.

El Verde de la Montaña manejaba el partido a placer, rotaba el balón, e intentaba meterse en la férrea defensa chilena, que era muy feliz con el puntito. «Retrocedimos a los años 80», se escuchó fuerte en nuestra redacción. Eso no le importaba al Cacique, porque estaba sacando la tarea adelante.

Los colombianos no tenían apuro, querían el gol, aunque sin desesperarse. Recién hubo emociones en el área a los 33′, cuando Óscar Opazo tocó la pelota con la mano y luego rebotó en el brazo de Reinaldo Lenis, pero el árbitro Néstor Pitana solo vio la del cafetero, cobrando a favor de Colo Colo.

La primera vez que tuvo que trabajar el arquero albo Agustín Orión fue a los 35′, porque Macnelly Torres, de pasado colocolino, mandó un derechazo de media distancia que se fue a las manos del argentino.

Segundos después de ello, vino la mejor ocasión para el Cacique. Jaime Valdés mandó un pelotazo para Paredes, quien arrancó al filo del offside y se fue en demanda del arco, sin embargo llegó primero el meta Fernando Monetti, luego se enredó con el delantero y con la ayuda de Diego Braghieri la sacaron al córner. La pelota se fue pidiendo permiso por un costado del arco, mientras que el artillero pedía un inexistente penal.

Antes de que se fuera la primera mitad, Jorge Valdivia fue reemplazado por César Pinares, porque el Mago sintió un «pinchazo» y se tuvo que ir a la banca.

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Punto de oro en Medellín (Luis Benavides/AP)

Complemento apretado

En la segunda fracción el equipo chileno tomó mayores riesgos en un comienzo, porque tenía el control de las acciones y mostraba ganas de llegar al arco de Monetti, aunque las ideas no eran muchas y las aproximaciones no llegaban.

Colo Colo pasó un par de sustos gracias al ímpetu y poderío de Dayro Moreno, quien pateó a la puerta de Orión, quien estuvo atento, y cuando no, fue apoyado por Matías Zaldivia, uno de los mejores de la cancha en el Departamento de Antioquia.

Tapia pensaba en el punto, que le estaba dando la clasificación, y sacó a Valdés para dar paso a Felipe Campos. Con esto el equipo chileno estaba con cinco defensores, tirando todo para arriba y olvidándose de atacar. No es estético, pero a veces efectivo.

El nerviosismo estaba en los nacionales, porque el elenco de Medellín estaba ganando el grupo con el 0-0, en tanto el Cacique se acordaba de Palmeiras, Atlas, Cerro Porteño, Cruzeiro, Atlético Mineiro e Independiente del Valle, los verdugos de los últimos años del único campeón chileno de la Copa Libertadores.

En los segundos finales el cuadro albo era un atado de nervios, defendía en su área, el punto les servía porque Bolívar le ganó por 2-1 apenas a Delfín. Los segundos pasaban y los colombianos molestaban, aunque con pocas ideas.

No llegó nunca el gol y con un juego feo, defensivo y «amarrete» Colo Colo sacó la tarea adelante. Da lo mismo, mataron la mufa y ahora están en los octavos de final de la Copa Libertadores.

Así vivimos el minuto a minuto

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