Sólo un misilazo desde 40 metros de Mario López al minuto 88‘ echó por tierra el estreno a lo ‘grande’ de Municipal Santiago en Copa Chile ante Santiago Wanderers, el aproblemado vigente monarca del certamen.
PUBLICIDAD
Ante más de 600 personas en el Municipal de La Pintana, el conjunto de la Tercera División se le plantó de igual a igual a los porteños con un conmovedor esfuerzo táctico que hizo desaparecer la enorme distancia económica entre ambos clubes.
Distancia que quedó reflejada al final del encuentro, cuando, en un intento de intercambio de camisetas, los jugadores del humilde Municipal Santiago no pudieron pasarle su indumentaria a los jugadores caturros debido al bajo presupuesto del club capitalino, por lo que jugadores como Mario López y Rodrigo Riquelme decidieron obsequiarle la camiseta a sus rivales.
«Fue un lindo gesto, yo con Rodrigo (Riquelme) compartí en Palestino, yo era cadete y él estaba en el primer equipo, se formó como una amistad y de ahí que lo conozco», reveló Christopher Veloso, el ágil volante de creación de Municipal Santiago.
El ’10’ capitalino no podía ocultar su emoción tras el encuentro. «Sin duda que es una bonita experiencia, ahora por cosas del fútbol ellos terminan llevándose el triunfo gracias a un gol de otro partido, es la única explicación que tengo», señaló en camarines.
Y es que el esfuerzo desplegado en cancha por Municipal Santiago conmovió al público que llegó hasta La Pintana, y más considerando que muchos de sus jugadores dedica parte de su tiempo a otros oficios para ganarse la vida.
Es el caso del mismo Veloso quien confiesa que «me dedico cien por ciento a esto, con Municipal y con escuelas de fútbol, pero los domingos trabajo en la feria, y los domingos trabajo en la feria, y no tengo ningún problema en decirlo porque todo lo que haga suma para mantener a la familia».
PUBLICIDAD
Sergio Flores fue otro que se quedó con una camiseta wanderina. «Con Mario López quisimos intercambiar, pero le dije que no se podía, así que me la regaló. Obviamente que la voy a guardar en un lugar especial», reveló.
El puntero derecho del club capitalino también dedica sus horas libres a otro trabajo. «Hace poco me titulé, soy profesor de educación física, trabajo en la municipalidad y con el aporte económico del club me las arreglo para subsistir», asegura.
El caso del arquero Alan Fernández no es muy diferente. «En las mañanas entreno con el club y en mis ratos libres manejo Uber. Yo vivo con mi señora y mis hijos, así que tengo que hacer lo que sea para mantener la familia», reconoció.