Pablo Guede tiene una corta trayectoria como director técnico, pero donde va se encarga de dejar una marca. En los cinco años que lleva como DT, tras comenzar su carrera en 2012 en El Palo de España, se ha destacado por su título de la B con Nueva Chicago, sus campañas con Palestino, la Supercopa de Argentina en San Lorenzo, y cuatro coronas con Colo Colo.
Sin embargo, pese a que muchas veces se destaca su propuesta futbolística, también han habido muchas críticas por su personalidad y su manejo de grupo. El último caso fue Julio Barroso en el Cacique.
El primero en criticarlo fue Felipe Nuñez, quien, pese a que en un momento era el capitán histórico del club, se fue de Palestino tras ser marginado por el técnico. El arquero, al escuchar las declaraciones donde Guede aseguraba en Argentina, ya siendo DT de San Lorenzo, que en Chile era el «puto amo», no tuvo dudas en salir a hablar.
«Lo de amo no sé de dónde lo sacó, pero me imagino que tendrá que ver con el grupo de personas que aceptó el trato que él tiene. No sé a qué se refiere, me sorprende. No estoy dispuesto a ese trato, a trabajar con gente que roza la esquizofrenia, la paranoia. Con esos rasgos no se me hace agradable trabajar y cuando no estoy grato en un lugar es mejor dar un paso al costado, es lo más honesto», dijo a radio ADN en su momento el arquero nacional
«Vi como venía la mano, me di cuenta de diferentes situaciones, el tema del trato, y no estaba dispuesto a pasarlo mal. Siempre concebí el fútbol de sacrificio, pero un sacrificio en pos de algo positivo. Siempre le reconocí sus conocimientos, pero no estaba dispuesto a aguantar, por mi edad y porque soy padre de familia, que me vinieran a tratar mal. El tiempo ha mostrado a qué me refería cuando salí. Tomé la decisión de renunciar teniendo contrato vigente, porque sabía que iba a terminar mal. Qué sacaba yo seguir trabajando con una persona donde iba a reaccionar mal y me iba a tener que ir por agredirlo, preferí hacer lo menos malo, que era irme y asumir el costo de dejar al equipo de mis amores«, agregó un tiempo después.
Luego de ese impasse con Núñez, las críticas se trasladaron al otro lado de la cordillera y vinieron de parte de los jugadores de San Lorenzo, club al que dirigió tras estar en la banca de los árabes. Es que, tal como dijo el ex portero de Palestino, en Argentina el futbolista «no es tan sumiso, cuesta un poco más vender ese discurso». Y eso fue precisamente lo que pasó.
Tras dejar de considerar en el primer equipo a Juan Mercier y Leandro Romagnoli, dos referentes del club, la situación se le fue complicando y terminó yéndose tras un semestre en Boedo. Es que cuando Guede no quería que le renovaran el contrato al Pichi, la dirigencia hizo caso omiso a sus requerimientos y extendió el vínculo del jugador.
Luego de la salida del DT, el propio Mercier quiso bajarle el perfil a la polémica armada en Argentina, pero no dejó de mandar un recado: «de entrada no tuve feeling con Guede, quizás por eso todo me costó un poco más. Cuando no me tocó estar con Guede seguí trabajando y cuando tuve la posibilidad de entrar no la desaproveché. Desde que juego al fútbol nunca he tenido problemas con ningún técnico. Pienso que si un entrenador no quiere contar con un jugador debe decírselo de frente a él y a los dirigentes».
Pero el Pichi no fue el único que en su momento alzó la voz en el Ciclón y Leandro Romagnoli, otro de los cortados con Guede, fue más duro con el técnico. «No me gusta la falta de tacto del entrenador con el jugador, con Guede no había onda. Me molesta la falta de respeto por el jugador. Si Guede se fue por Mercier es una lástima, pero San Lorenzo tiene que estar por encima de cualquier nombre. Yo sentía que Guede tenía un malestar con algunos jugadores», dijo al poco tiempo de la salida del DT.
Luego, más reposado, lo repasó en conversación con Fox Sports: «siempre dije que tenía un mal manejo de grupo y lo digo porque lo sentí así. Él sabe muchísimo, te decía cosas que pasaban, trabajaba bien, sin embargo, en el manejo le erró y eso es fundamental, porque tienes un grupo de 25 o 30 jugadores y somos complicados. El jugador es bravo también«.
Si no tienes bien a los de afuera o a los que no juegan habitualmente, es complicado. Si son bravos te pueden voltear. No te van a echar, pero no es lo mismo con un técnico que te quiere a uno que no te quiere. Das más con el que te quiere. Los jugadores somos conflictivos. Un mal manejo es no darle importancia a los que no juegan, hay que ser siempre claro. Él me decía que me quería y yo no jugaba», agregó.
Siguiendo la misma línea que Mercier y Romagnoli, a nivel dirigencial tampoco tuvieron problemas en cuestionar las formas de manejo de Pablo Guede. Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, criticó las palabras que tuvo el DT al irse del club, donde aseguraba que «tomé una decisión distinta a la del club. Ellos (los dirigentes) le renovaron a un jugador que yo no quería y mis diferencias con Mercier son de carácter personal y profesional«.
«Me sorprendió. Yo no lo hubiera dicho y me hubiera callado la boca, pero entiendo. Algunas cosas del grupo lo superaron«, dijo en su momento el histórico animador de televisión.
«Es difícil hablar de él. Lo trajimos haciendo una gran apuesta para el club, confiando en él y la verdad es que se terminó yendo mal. No nos queda el mejor recuerdo de él. San Lorenzo es un club que tiene más de cien años de historia y la historia la construyen los jugadores, por eso, nosotros como dirigentes, debemos cuidar eso y proteger a los jugador que han ganado muchos títulos«, agregó Matías Lammens en conversación con Emol.
Luego fue el turno de Mark González, quien prendió el ventilador, cuando salió del Cacique a mediados del 2017, repartiendo munición gruesa en una extensa conversación con Fox Sports.
«Yo llegué a Colo Colo por pedido de él (Guede). Cuando se dio todo yo le dejé en claro todo lo que significaba para mí irme a Colo Colo. Cuando llegué me dieron la espalda, nunca me lesioné, la única lesión que tuve fue al último, faltando 4 fechas, y yo después salí al paso, porque hablaban demasiado del tema de mis lesiones y todo era mentira. Yo no sé lo que a él le pasó conmigo, era una situación que nadie entendía, yo tenía muy buena relación con todos los jugadores, nadie en el plantel entendía su comportamiento hacia mí. Yo nunca le hice nada«, expresó.
Luego fue con todo, sentenciando que «yo busqué mi salida pero siempre cumpliendo dentro de mi contrato. Tenía contrato hasta fin de año y la situación ya era desagradable, de un día para otro ni siquiera me saludaba. Guede es un maleducado, yo lo saludaba y me dejaba estirada la mano, le decía a los jugadores si se daban cuenta de eso y se reían. Yo no entiendo, porque claramente futbolístico no fue y hay un tema personal«.
«Claramente Guede es una mala persona, envidiosa, rencorosa, muy orgulloso, dice que lo grupal está sobre lo individual, pero es mentira, claramente vi lo contrario. Muchas veces el equipo no dio resultados porque él moría con la suya, pasó a llevar al equipo. No es casualidad que Romagnoli en Argentina salió a hablar contra de él, diciendo lo mismo que yo digo en este momento (…) Aparte que es bipolar. A veces anda en buena, otras en mala, hay que tirar la talla cuando él quiere«, reclamó.
Tras los dichos de González, hubo otro que saltó a darle la razón al hoy delantero de Magallanes: José Quezada. El ex arquero de Palestino, tal como Felipe Núñez, también tuvo que irse del club con la dirección técnica de Pablo Guede y no dudó en respaldar al ex seleccionado.
«Cuánto te entiendo Mark González #foxsportsradio somos muchos los que quisiéramos hablar tantas cosas de esa persona … (sic)«, escribió el portero en su cuenta de Twitter, que luego borró.
Por último, el caso Julio Barroso que ya venía con una relación torcida a mediados del año pasado, tras la pérdida del Torneo de Clausura a manos de la U y luego de la turbulenta salida de Justo Villar -también distanciado de Guede-. «Como dijo una vez el gran M.Bielsa “Acepten la injusticia, traguen veneno, que todo al final se equilibra… Dios siempre, siempre te da revanchas en la vida«, fue el tuit del Almirante tras quedar fuera del duelo con San Luis en Quillota.
Eso terminó por romper la relación entre ambos, y el entrenador habló en conferencia de prensa antes del Superclásico ante la U que «tengo una relación profesional, él entrena y yo dirijo. Punto. No he tenido una conversación con él, tengo otros 25 jugadores de los que me tengo que preocupar y esos sí quieren (que me preocupe), por ellos me voy a preocupar (…)».
Y fue más allá: «Yo hable con Julio (Barroso) hace dos semanas y le dije que con línea de cuatro iba a jugar con Zaldivia e Insaurralde y con línea de tres lo haría con él. Cuando uno hace cambios es porque ve un poco más flojo a uno y mejor a otro«. «Ya dije, me tengo que preocupar de 25 que sí quieren«, cerró al ser consultado por la situación, ya con mucha molestia.
Los años dirigiendo son pocos, pero las polémicas le abundan a Guede.