Colo Colo no ha tenido un fácil inicio de año y las primeras críticas al equipo de Pablo Guede empiezan a aparecer por los resultados que ha obtenido, ya que, además de perder en su debut en la Copa Libertadores, en el Campeonato Nacional no va mucho mejor y suma 10 puntos en seis fechas, quedando a ocho de alcanzar al líder Universidad Católica.
Por eso, el técnico, aprovechando el receso por la fecha FIFA y pensando en mejorar el nivel del equipo, dispuso una intensa semana de entrenamientos y la concluyó con un amistoso ante O’Higgins, disputado en la cancha dos del estadio Monumental. Pese a que el equipo titular que presentó ante los Celestes no tuvo gran variación en nombres, la gran novedad fue el cambio de esquema que tuvo el DT para buscar fórmulas de mejorar para los próximos partidos.
En el encuentro disputado en Macul, que terminó igualado 1-1 con goles de Esteban Paredes para los albos y Nicolás Mazzola para los forasteros, el técnico sacó su línea de tres y dispuso la nueva formación que está probando: un 4-2-2-2. De esta forma, en la primera etapa, donde jugó con gran parte de sus habituales titulares, alineó con: Pablo Soto; Felipe Campos, Matías Zaldivia, Juan Manuel Insaurralde, Óscar Opazo; Claudio Baeza, Carlos Carmona; Jorge Valdivia, Jaime Valdés; Esteban Paredes y Octavio Rivero.
Para la segunda parte del equipo, en tanto, Guede no varió el esquema, pero si los nombres y formó con: Omar Carabalí; Gonzalo Fierro, Julio Barroso, Fernando Meza, Brayan Véjar; Benjamín Berrios, Gabriel Suazo; Branco Provoste, Carlos Villanueva; Bryan Carvallo y Nicolás Orrellana.
La finalidad del técnico con estos cambios es encontrar variantes tácticas y así sorprender a los rivales con un nuevo estilo de juego, ya que varios clubes le han ido tomando la mano al juego del Cacique con la línea de tres. Ahora, habrá que esperar hasta el próximo sábado 31 de marzo, cuando reciba a Universidad Católica, para ver si el técnico cambia el esquema en tan trascendental partido.