Chile le ganó a Ecuador y en abril jugará ante el poderoso cuadro de Argentina, por un cupo para jugar el repechaje del Grupo Mundial de la Copa Davis. Pero antes de la victoria por 3-1, el equipo de Nicolás Massú vivió situaciones tensas, provocadas por los groseros dichos de su ayudante, Marcelo Ríos, a los periodistas que cubrían los preparativos de la confrontación.
Las palabras del zurdo trajeron coletazos. El primero de ellos fue el apoyo ciego de los hinchas, que apenas vieron al Chino en el Court Central del Nacional lo ovacionaron a rabiar. El segundo fue dirigencial, porque la ITF multó a Ríos con 2.500 dólares por su accionar. Y el tercero fue el más significativo, el respaldo a pie juntillas del capitán Massú.
El doble campeón olímpico respaldó en cancha a Ríos, porque tras la victoria sobre los del Guayas lo abrazó afusivamente, gesto que después enfatizó con sus palabras.
«Yo recién vengo terminando una serie importante… Estábamos enfocados al máximo, yo vengo acá a trabajar, vengo a hacer lo mejor posible, ya habrá tiempo de conversar, pero en este momento quiero que me pregunten de tenis, que es lo que más importa en este momento. Yo sé que ustedes están esperando que me salga un poquito de eso, pero no me salgo, yo solamente pienso en jugar tenis, muchas veces van a escuchar de mi parte lo mismo, lo mismo, puede ser aburrido para ustedes un poco, pero lo que yo pienso es entrar a una cancha de tenis y ganar», señaló con dureza Massú al ser consultado sobre el futuro de Ríos en el equipo.
Pero eso no fue todo, el viñamarino utilizó la palabras unión para dejar en claro que contarán con Ríos para la dura serie frente a Argentina.
«Me interesa estar tranquilo y estamos bien como equipo, estamos muy contentos, estamos muy unidos, no hay ningún problema«, agregó.
Massú terminó su semana más polémica al mando del equipo de Copa Davis como le gusta a él, con una alegría y con una victoria contundente en la cancha, donde al Vampiro dice que está lo más importante.