El plantel de Universidad Católica ha experimentado distintos cambios en su trabajo cotidiano con el arribo de Beñat San José como entrenador si se compara con la era de Mario Salas. Pero hay algunas cosas que se mantienen y una de ellas es la predisposición del cuerpo técnico hacia Diego Buonanotte, quien vive un presente difícil en el plano personal a raíz de los problemas de salud que enfrenta su padre tras sufrir un accidente cerebrovascular en octubre pasado y tendrá las mismas facilidades de viajar a Argentina que le entregó el Comandante.
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Sobre su relación con Beñat, el Enano explicó que «el primer día ya me demostró su buena predisposición, lo que para mí es muy importante por el tema personal que estoy viviendo. Del club ya sabemos su postura, pero que un entrenador nuevo, que obviamente quiere tener siempre a todos los jugadores, me demuestra que tendrá paciencia porque si un día no puedo entrenar o tengo que estar en Argentina, lo que sea, eso habla muy bien de él».
En cuanto a las diferencias en la UC de San José respecto a la de Salas, el argentino comentó que «a lo mejor en lo que podemos notar una diferencia es que (San José) se adapta a varios esquemas, de acuerdo al rival, de acuerdo al partido, también la presión es de acuerdo al momento del partido y no siempre presionar arriba, sino a veces replegarse un poco, para después gestionar la presión, en un sector de la cancha donde podamos atacar».
Más allá de lo netamente futbolístico, el ex River Plate estableció que «ahora hay otro entrenador y obviamente en el vestuario puede que haya otra energía por el hecho de que el jugador que antes no tenía continuidad se muestra más activo como para que lo conozcan, porque quiere jugar y eso es bueno, porque hay una competencia altísima».
Y en nexo con lo anterior, Buonanotte enfatizó que «con Mario no había mal ambiente, jamás. Yo hasta el día de hoy sigo hablando con él, me sigue preguntando cómo está mi papá y son cosas que demuestran la relación que había, Mario es un ser humano extraordinario y después puede tener errores como tenemos todos. A veces los cambios pueden ser buenos para descomprimir situaciones, pero Mario ha ganado mucho en este club».
«Yo estoy muy agradecido de Mario porque cuando llegué a Católica parecía un ex jugador, no tenía ambición ni ganas, pero él, con el resto del club, pero especialmente Mario porque con el hablaba todos los días, me devolvieron las ganas de sentirme nuevamente jugador».