No pudo dar la sorpresa. Nicolás Jarry (101° del ranking ATP) tuvo debut y despedida en el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada y el primer major de su carrera en el que entró de manera directa y sin tener que pasar la qualy.
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El tenista chileno cayó este lunes frente al argentino Leonardo Mayer (52°) por 6-2, 7-6 (1) y 6-3, en un partido donde poco pudo hacer ante un trasandino que se mostró intratable con su servicio, ya que nunca tuvo un punto de quiebre en contra.
El nieto de Jaime Fillol entró bastante nervioso al court 12 en Melbourne, pues en la primera manga estuvo completamente errático y cedió el set tras entregar su saque en el cuarto y octavo juego.
La primera raqueta nacional mejoró considerablemente en el segundo capítulo, donde salvó tres set points en el duodécimo game y forzó un tie-break. Sin embargo, en la definición corta no estuvo certero y se inclinó por un categórico 7-1.
Ya en el tercer episodio, las cosas se complicaron demasiado cuando el Príncipe sufrió una ruptura en el séptimo juego y el campeón de Copa Davis 2016 con Argentina selló todo con otro quiebre en el noveno game en una hora y 56 minutos de partido.
Con esto, Jarry no pudo convertirse en el primer chileno en ganar un partido de singles en el cuadro de un Grand Slam desde que lo hiciera Fernando González en Wimbledon 2011, cuando se impuso en la primera ronda al ucraniano Alexandr Dolgopolov.
Además, el chileno sumó su tercera derrota en igual número de partidos en Grand Slam. Esto porque en 2017 cayó en primera ronda de Roland Garros y de Wimbledon.
Ahora, la «Torre» se preparará para la serie de Copa Davis ante Ecuador, a disputarse entre el 2 y 3 de febrero en el Court Central del Estadio Nacional.