Santiago Wanderers, al perder la categoría ante Unión La Calera, anotó un caso insólito en el fútbol chileno y muy raro en el fútbol sudamericano: jugar la Copa Libertadores estando en la Primera B.
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Para Chile es un caso inédito, ya que nadie ha jugado este certamen estando en la segunda división. La única situación que se acerca es la participación de Provincial Osorno en la Sudamericana 2003, que clasificó en una extensa liguilla y que quedó eliminado con polémica ante Universidad Católica.
Los caturros, jugando en la segunda categoría del balompié nacional, se medirán con Melgar de Perú en la segunda fase previa de la Libertadores.
En el continente, en tanto, el hecho es algo raro y de reciente data. Hubo cinco equipos que antes jugaron la Libertadores sin ser equipos de la división principal.
Criciúma de Brasil (1992).
En ese torneo, todos tenían dos cupos y Brasil los repartía uno para el campeón de la liga y otro para el de la Copa. El Criciúma usó el segundo camino: en la final venció a Gremio y se clasificó al torneo donde, incluso, ganó su grupo que compartió con Sao Paulo y los bolivianos Bolívar y San José. Avanzó hasta cuartos, después de eliminar a Sporting Cristal de Perú. El Sao Paulo de Telé Santana, a la postre campeón de esa edición, los sacó. Fue su única vez en este torneo, aunque jugó dos Sudamericanas más adelante.
Santo André de Brasil (2005)
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Otra vez la Copa de Brasil mete a un equipo de la B. El modesto Santo André venció al poderoso Flamengo en partidos de ida y vuelta en la edición 2004 y entró a la fase de grupos del año siguiente, compartiendo con Cerro Porteño, Palmeiras y Deportivo Táchira. Ganó dos, empató dos y perdió dos, terminó invicto de local y anotó la goleada del torneo, 6-0 a los venezolanos, pero no le bastó y quedó fuera. No jugó más competencias internacionales.
Paulista de Brasil (2006)
Al año siguiente, el Paulista repitió la gracia: venció a Fluminense en la Copa 2005 y entró a un grupo complejo, con Libertad, El Nacional ecuatoriano y River Plate. Fue colista de la zona, pero se dio maña de vencer de local a los Millonarios 2-1 en el único triunfo del equipo en el torneo. Empató tres y perdió dos en los demás encuentros. Ahora, el equipo se pierde entre las tinieblas de la cuarta división del fútbol del estado de Sao Paulo.
Jorge Wilstermann de Bolivia (2011)
Caso atípico, porque el Aviador altiplánico, a diferencia de los otros brasileños, estaba en Primera División el año anterior. Es más, ganó el Torneo de Apertura de 2010. Sin embargo, por el cambio del calendario, el fútbol boliviano optó a un descenso programado por coeficiente. Pese al título del Apertura, el mal 2009 y un mal torneo de Clausura 2010 lo condenaron a descender, pero sin perder su pase al torneo. Fue último del grupo que compartió con el Inter de Porto Alegre, Jaguares y Emelec, ganando sólo un partido, a los mexicanos. en 2017, el equipo perdió en cuartos de final ante River, con un vergonzoso 8-0 en contra.
Palmeiras de Brasil (2013)
Los poderosos sufren seguido en Brasil. Palmeiras, campeón de la Libertadores en 1999, había conseguido su clasificación ganando la Copa de Brasil, pero la diferencia es que el Verdao estaba en Primera División. Sin embargo, un horrible Brasileirao lo dejó antepenúltimo y descendiendo por segunda vez en su historia (antes bajó en 2002). Descendido y todo, Palmeiras, con Jorge Valdivia en sus filas, ganó el apretado grupo que compartía con Tigre, Libertad y Sporting Cristal. En la fase de octavos, lo eliminó Tijuana. Jugaría en 2016 y 2017, pero no pudo pasar más allá de octavos.