El amor por la actividad hípica se expresa de diversas formas, algunos la toman como una oportunidad de expresión y desbordan pasión al borde de la pista; otros son más estudiosos y se motivan analizando programas soñando con acertar al gran ganador. El mundo de los caballos entrega múltiples formas de disfrutar, incluso funcionando como terapia, como le ocurrió al futbolista Nicolás Peñaillillo.
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El jugador de Deportes Iquique ha sufrido múltiples lesiones que frenaron una carrera que prometía estar llena de éxitos desde su irrupción en la palestra pública con esas buenas actuaciones con la selección Sub 20 en 2011, sin embargo, gracias a su nueva afición puede liberarse de toda la presión y relajarse viendo el desempeño de sus regalones «Tanque Oro y Cielo» y «Esclava de Tí«.
Aunque no nació en las patas de los caballos, el volante valora haber conocido el deporte y en conversación con Publimetro contó como empezó este amor: «Fue de un día para otro. Siempre me gustó ver a los caballos correr, porque el deporte en sí que es muy bonito. Cuando estuve en Everton con Sebastián Varas nos hicimos súper amigos, un día me llevó a ver sus caballos y partimos al Sporting. Viendo la pasión que se vivía le pregunté si podía comprarme un caballito. El me ayudó, hablamos directamente y aprovechando que habían dos caballos en venta con su hermano compramos, ese fue el momento que me picó el bichito de la hípica», relata de lo ocurrido el 2016.
Peñailillo ahora es fanático, ve las carreras desde Iquique donde ha vuelto a jugar (retomó su carrera el 5 de noviembre ante O’Higgins tras superar una lesión a la rodilla) y espera el momento para volver a los hipódromos de Santiago y Viña. Su pasión va más allá de las jornadas de carreras, le encanta el ambiente familiar que se da: «Es algo lindo, ir a ver los animales. Verlos correr es muy emocionante. Lo importante era compartir, íbamos a almorzar ir a gozar como terminan las carreras y sacarnos fotos con los ganadores, todo muy entretenido y lindo para disfrutar en familia«, comenta de sus jornadas sobre todo en el Valparaíso Sporting Club.
Ahora también se goza las carreras del Hipódromo Chile y del Club Hípico de Santiago a través de la cadena Teletrak, vía por la que siguió el emocionante triunfo de su propia yegua el 17 de agosto pasado, prueba que vivió con emoción: «Recuerdo que estaba en la Zofri, a las 18:30 corría ‘Esclava de Tí‘, así que llegué rápido a la casa, prendí la tele y justo alcancé a ver la emocionante carrera cuando estaban en tierra derecha. Me fijo bien y le digo a mi polola que venga rápido ¡había ganado! Inmediatamente me puse a gritar, fue un sentimiento parecido a un gol, fue increíble. Me llegaron muchos mensajes de amigos del fútbol que también tienen caballos, al tiro me comuniqué con el Tatán (Sebastián Varas). Fue muy bonito, es un sentimiento que no se puede explicar al 100%«.
Ahora el ex jugador de Everton y el Zenit de Rusia sueña en grande pese a que los triunfos no se han vuelto a repetir. Quiere ganar un Clásico Grupo I y plantea el desafío para hacerle frente a la hegemonía de Arturo Vidal entre los futbolistas que reinan en las pistas chilenas: «El caballo favorito de todos era el que tenía Arturo (Vidal) ‘Il Campione‘, pero nosotros soñamos con el Tatán (Sebastián Varas) que nuestros caballitos se peguen el salto, ganen clásicos y que puedan clasificar a un Derby. La idea no es un tema de ganar dinero, es más que un hobby es la pasión hípica que mi amigo me traspasó y es algo muy lindo«, cierra optimista de cara al futuro en la actividad.