Universidad Católica perdió contra San Luis de Quillota en el estadio San Carlos de Apoquindo aportando un nuevo episodio a la crisis futbolística que viven en el Torneo de Transición, enmarcada por un ambiente en contra del entrenador Mario Salas, líder del proyecto que se apronta a quedarse sin ninguno de los objetivos trazados a principio de temporada.
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En la posición 13 de la tabla y con la clasificación a la Copa Sudamericana casi dilapidada, el presidente de Cruzados, Juan Tagle, salió al paso de las críticas, incluso entendiendo el sentir de los hinchas que terminaron pifiando al equipo y el técnico de la UC.
«Es una frustración evidente para los hinchas, lo vivo como ellos. Era una última oportunidad de meterse en un torneo internacional, jugando de local, con un equipo rival con varias bajas. El equipo dominó pero estamos con un problema grave de concreción, que es lo que cuenta. No es grato vivir algo así, me imagino que para Mario (Salas) no es agradable, como él lo entendió fue una expresión de la gente. Esto solo se descomprime trabajando, preparando lo que viene, tenemos dos semanas para el próximo partido«, comentó en conferencia de prensa.
El abogado ya dio por perdido el semestre aunque confirma que Salas continuará el resto del torneo. Sin embargo, las evaluaciones ya comenzaron hacerse en la dirigencia del club, donde califican como horrible el último año.
«Fue una decepción, ha sido un año ingrato… la posición de nuestro equipo en la tabla y no deberíamos estar nunca ahí. Es un año para evaluar, sacar conclusiones y tomar energías para el año 2018, se ve muy difícil el último objetivo que teníamos que era clasificar a torneos internacionales. Sin duda que ha sido en lo deportivo un año absolutamente negativo, todos tenemos que hacer nuestro análisis, porque no es un solo responsable, no es un técnico, ni los dirigentes, todos los estamentos tendrán que evaluar y sin duda que hemos cometido errores«, agregó.
Manejarse en el éxito tras el bicampeonato obtenido en 2016 fue el gran fracaso que evalúa Tagle, por eso cree que un cambió de timón podrá ayudar a mejorar la imagen de la UC. Menos refuerzos y confianza en los jugadores juveniles parece ser el plan para un torneo largo en 2018.
«Estamos en un proceso de planificación, hay un nivel menor de ingresos, debemos redoblar los esfuerzos para tener un gran torneo local largo, será una nueva experiencia, el 2010 tuvimos una buena y lo recordamos con emoción«, comentó.
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En ese sentido el dirigente confirmó que se buscará potenciar al plantel de honor con los jugadores que estaban a préstamos y proyectar nuevos proyectos como el joven David Henríquez.
«Debemos prepararnos para enfrentarlo, debemos mirar más a la casa, es una oportunidad que sea un torneo largo para dar mayor tiraje a jugadores de la casa. Influye que hay un número menor de partidos y una fuente menos de ingresos que se pierde, pero también permite rearmarse, tenemos muchos jugadores que están jugando a préstamo y lo están haciendo bien, eso estará dentro del análisis«, concluyó el encargado de abrir el evento EuroLatam Summit en que el club cruzado patrocina este evento de marketing.
Tras las dos semanas de receso, la UC visitará a O’Higgins en busca de mejorar la imagen mostrada y proyectar un año 2018 que parece estará marcada por la austeridad.