Por Grace Lazcano
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Undécima fecha del Torneo de Transición. Clásico Universitario número 162. Guillermo Hoyos tiene a la U cuarta en la tabla con 18 puntos, a tres puntos de Colo Colo. Mario Salas y Universidad Católica fuera de la lucha grande.
Si les digo Comandante saben a qué tipo de persona me refiero: no se rinde y va al frente incluso cuando sabe que va rumbo a su muerte. Ahora, si les digo Pastor, saben que se trata de alguien que protege y cuida a su rebaño, como si fueran sus hijos. Solo hay algo que pueden tener en común: el ímpetu en su mensaje.
Uno dijo que «con este punto saldremos campeones», después de igualar a uno frente a la U de Lasarte. Por otra parte, tras caer por 3-1 ante la UC el 29 de abril de este año, Hoyos afirmaba que “lo que vivimos hoy, no nos puede llevar a perder el control”. Dos técnicos con un talento de oratoria innegable, cuyos mensajes en la previa de este partido van a ser fundamentales.
Mario Salas tendrá que dejar atrás -aunque sea por 90 minutos- la desconfianza sembrada por las derrotas y en pocos días tratar de recuperar la convicción que agoniza con el correr de los partidos. Hoyos por su parte, deberá resolver las dudas de su rebaño. La exposición defensiva a la que han estados sometidos y buscar el brillo colectivo que hoy sólo existe a niveles individuales (Pinilla, Guerra, Pizarro).
Universidad Católica sin mucho que perder y Universidad de Chile con mucho que ganar. Los cruzados van por el honor y los azules por el premio. Mejor escenario imposible: Estadio Nacional repleto de aquellos hinchas que han llenado cada rincón este semestre siendo ejemplo de afición junto con una breve fracción de los fanáticos de la UC, que han dado prueba de fidelidad soportando el derrumbe de este equipo que vieron bicampeón. Salas versus Hoyos. El máximo condimento de este Clásico Universitario.