Los primeros hinchas que lo conocieron al incorporarse a Barnechea se preguntaban inmediatamente si era un refuerzo o un personaje de televisión grabando para algún programa. Su pinta de galán, con imponentes 1,88 mts., y su cabellera al viento los hizo dudar, sin embargo, con goles logró instalar el nombre de Richard Barroilhet entre los delanteros a seguir en la Primera B.
Más aún cuando escasean los «9» de área y se tiene presente el dato de que el atacante nacido en Inglaterra y criado en Francia, también posee la nacionalidad chilena heredada de su padre, un aventurero que se quedó en Europa y se instaló en la lujosa playa de Saint Maxime, donde su pequeño hizo sus primeras armas antes de jugar en el equipo filial del Niza y llegar a fichar con el Fullham inglés en su primer contrato profesional.
Las vueltas del destino lo tienen jugando en segunda categoría nacional y en conversación con El Gráfico Chile se presenta: «Soy alto, fuerte, rápido, con buena técnica, pero sobre todo hago mis esfuerzos por el equipo, no soy egoísta. Cuando tengo oportunidad busco el gol, si tengo un compañero en una mejor posición buscaré la mejor opción. Cuando todos hacemos las cosas bien, la parte personal se supera«, dice de entrada.
Características que, en algún momento, llamaron la atención de la selección francesa, que confiaron en su incipiente talento para llamarlo a un torneo europeo de la sub 19. Las lesiones, en cambio, no saben de respeto a los buenos momentos y tras una tendinitis, que se sumó a una fractura de la pierna derecha, pensó que era su despedida del fútbol.
«Mi mejor momento fue jugar por Francia y ganar contra España, que en ese tiempo tenía un gran equipo con (Álvaro) Morata a la cabeza, además fue emotivo cantar la Marsellesa. También, futbolísticamente fue muy bueno firmar mi primer contrato profesional en el Fulham, pero justo tuve muchas lesiones de largo tiempo. La fractura, con hemorragia, cerca de la amputación, incluso, fue una mierda», relata.
Sin pensar en la parte negativa se levantó y después de probar suerte en ligas menores como la de Kazajistán y Finlandia, está decidido a lograr el éxito. Lo hace con características particulares y un par de referentes que lo inspiran: «Miro a (Edinson) Cavani, me gusta su juego porque tenemos mas o menos el mismo físico. Claramente no puedo verme reflejado en jugadores como (Alexis) Sánchez, claro que me gusta apreciar su juego, pero no es realista, no tenemos el mismo físico y la manera de moverse en la cancha es diferente, no tenemos la misma agilidad. También veo a (Robert) Lewandowski y en su tiempo a (Diego) Forlán o Ruud van Nistelrooy, que son físicos más parecidos».
Su nueva vida, el amor por Chile y un asalto que no lo amedrenta
Faltaban días para el partido contra Cobreloa (N de la R: Barnechea terminó venciendo por 4-2 con dos goles del francés) y Barroilhet, junto con el argentino Nicolás Martínez, se daban un relajo caminando por el sector alto de Santiago sin pensar la pesadilla que vivirían.
Nunca pensaron que de la moto que escuchaban a lo lejos se bajarían dos personas con pistolas, amenazando con fuertes insultos y reduciéndolos en plena calle. El francés fue inmediatamente maniatado, mientras a su compañero le exigieron que corriera lejos sin mirar atrás: «Me pegaron con un arma en la cabeza, imagínate tener dos personas apuntándome, pidiendo todo. Fue un mal momento, salió una bala incluso… entregué el reloj y todo lo que tenía«.
Todo eso ocurría mientras el argentino, a lo lejos, escuchó ese balazo y decidió volver. Se encontró con Barroilhet en el suelo, ensangrentado y pensó lo peor: «Él escuchó el sonido del arma y creyó que yo estaba muerto. Volvió y estaba en el suelo, con sangre, me levanté sin entender mucho. Por suerte tengo familia que me llevó a la clínica, además de hacer la denuncia. Ahora me cuido más», comenta, todavía consternado y con la marca en la nuca del golpe que le dejó tres puntos de sutura.
De todas maneras, para el francés su experiencia en Chile ha tenido mas de dulce que de agraz, cumpliendo el sueño que tenía desde que se enamoró del fútbol viendo a Los Blues saliendo campeones en 1998: «Tenía en mi cabeza venir a Chile y jugar, llegué y me di cuenta que me gusta el estilo de juego. Acá hay una cultura diferente, pero cuando hablamos de fútbol es el mismo idioma en todos lados. Además, tengo buena onda con todos».
«Tengo la impresión que Chile es un país muy clasista y el fútbol ayuda a juntar a la gente, es más que un deporte, es como una religión. Por eso es muy importante para todos acá», dice analítico.
Arturo Norambuena como un espejo y el sueño de campeonar con A.C. Barnechea
Potencia y capacidad goleadora aérea, dos características que comparten Richard Barroilhet y Arturo Norambuena, delantero y técnico de un Huaicochero que a cuatro puntos del líder Unión La Calera sueña con salir campeón del Torneo de Transición.
¿Es una inspiración El Ingeniero para tu carrera? ¿Te ha dado consejos para definir en el área?
Arturo Norabuena fue un gran delantero. Siempre hacemos cosas específicas en el puesto, me dio consejos cuando pase por momentos sin marcar, me habló de tener
paciencia porque el gol ya viene. Sentí su confianza y la posibilidad de jugar la aprecié mucho. Por eso mismo quiero devolverle la mano siempre. Es un buen ejemplo, en el fútbol son momentos y que hay que aprovecharlos con trabajo.
Tras una buena racha quedaron cerca de los líderes ¿Se ilusionan con el título?
No sabía que esperar al principio, pero los equipos de arriba están muy cerca y se definirá por detalles, estamos en un buen momento, con cuatro partidos sin perder, así que si ganas te metes, tenemos que disfrutar y aprovechar el buen ambiente de grupo. Ahora miro los cuatro partidos que vienen para ayudar el ‘Barne’, el otro paso es pensar en ir arriba, ojalá salgamos campeones, estamos cerca. Este viernes va a ser un partido importante, para acercarnos al puntero. Debemos ir paso a paso, sin adelantarnos, no somos menos que los otros equipos.
El equipo comenzó con la carga de los problemas dirigenciales ¿Afectó esto al rendimiento en la cancha?
En ese tema los técnicos hacen muy buen trabajo. Hay problemas económicos y eso pesa en la espalda de los jugadores, pero cuando estamos en la cancha todos trabajan de forma profesional para salir de esto y tener una mejor situación, creo que por eso tenemos buenos resultado. En el plantel todos tienen calidad. Es grato jugar con este equipo, tenemos tres jugadores arriba que nos complementamos muy bien: (Alfonso) Urbina es rápido y el Pancho (Francisco Castro) es más agresivo, técnico y busca el dribling, por eso siento que estamos mejorando. Se ve que hay experiencias y personalidad, el Nico Ortiz con Pancho Tapia, se ve que pueden llevar el puesto de central, el Jorge (Manduca) tiene su presencia, la Nona (Cristián Muñoz) habla mucho y da bastantes consejos por su gran carrera, es un campeón y eso se respeta.
Tu pase pertenece a O’Higgins ¿Crees que tu buen momento facilitará tu incorporación al plantel de honor para la próxima temporada?
O’Higgins es un equipo precioso en Chile, con buena gente, buenos dirigentes, buenos compañeros que son por sobre todo muy buenas personas, lo noté en la pretemporada donde me di cuenta que son como una familia. Por eso dan ganas de volver y ayudar tal equipo hacer lo mejor. Pero vamos paso a paso.
Y de la primera división ¿Cuál es el equipo que haz visto mejor, tu candidato para campeonar?
Miro todos los equipos. Futbolísticamente creo que Unión Española tiene buenos jugadores y juegan muy bien. Obviamente Colo Colo, Universidad Católica, la Universidad de Chile son muy buenos. La otra vez fuimos a jugar un amistoso contra la UC y tienen jugadores muy técnicos e inteligentes.
El fútbol le ganó al modelaje
Fue un momento de mi vida de hacer cosas, estaba en vacaciones en Los Ángeles (Estados Unidos) y me preguntaron si quería modelar, hacer fotos y fui curioso, lo hice por probar cosas. Ahora estoy totalmente enfocado en el fútbol, no puedo hacer las dos cosas juntas tengo que aprovechar la oportunidad que tengo y estoy focalizado en eso.