La salida de todo el directorio de la Federación de Tenis de Chile (FTCh) dejó acéfalo al deporte blanco nacional y muchas dudas sobre su futuro. Con este escenario, y a la espera de las elecciones para una nueva directiva del próximo sábado 21 de octubre, el capitán del equipo de Copa Davis, Nicolás Massú, trabaja en paralelo junto con sus colaboradores de staff para la serie frente a Ecuador del próximo 2, 3 y 4 de febrero de 2018.
Dentro de la planificación del doble medallista olímpico en Atenas 2004, la principal preocupación es la sede que tendrá la primera fase del Grupo Americano I de la Davis frente a los ecuatorianos, y que sólo cuenta con Viña del Mar y Santiago como las únicas ciudades candidatas para albergar el enfrentamiento del próximo año.
En base a lo consignado desde la mesa del renunciado directorio de la FTCh, el Vampiro «es la persona encargada de elegir la sede. Él es el que tiene la experiencia necesaria para ver lo que más le conviene a Chile y nadie se la puede cuestionar, así que la decisión final pasa exclusivamente por él. Entre las dos opciones más claras son Viña y Santiago».
Específicamente, las dos alternativas que se manejan son el club de tenis Las Salinas de Viña, y también el Court Central del Estadio Nacional. Mientras que el equipo nacional prefiere jugar al nivel del mar para tener una ventaja sobre el cuadro ecuatoriano, la alternativa más económica y probable es la del recinto de Ñuñoa, al que sólo se le deben hacer refacciones para tenerlo a plenitud.