La tarea no era fácil para Carlos Villanueva. A sus cortos 18 años, el canterano tenía la difícil misión de reemplazar en el partido ante San Luis a Jorge Valdivia, quien estaba suspendido por acumulación de tarjetas amarillas.
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Suplir al Mago era un verdadero dolor de cabeza para el entrenador Pablo Guede. El reemplazante natural, Ramón Fernández, aún estaba sin ritmo de juego tras su desgarro, y sacar a Jaime Valdés de la línea de contención era, justamente, desarmar la zona que más quería resguardar el DT.
Con el complicado panorama, Guede comenzó a buscar variantes y la encontró en un juvenil: el Piñita tendría la misión de reemplazar a Valdivia ante los Canarios. Y pese a la gran responsabilidad, Villanueva demostró que no le pesa la camiseta de Colo Colo e hizo olvidar, al menos por este partido, al Mago.
Pese a que comenzó algo dubitativo, al igual que todos sus compañeros, y corrió tras el balón por el dominio que impuso el equipo de Miguel Ramírez en los primeros minutos, con el correr del compromiso el juvenil fue entrando en confianza y comenzó a mostrar su talento.
Una habilitación a Andrés Vilches y luego a Esteban Paredes, las que los delanteros no pudieron definir de buena manera, fueron la carta de presentación del juvenil. Luego mostró toques rápidos, amagues, enganches y pases en profundidad que poco a poco comenzaron a complicar a una zaga quillotana que no sabía como detener al Piña.
A los 27 minutos, finalmente, llegó la primera estocada. Villanueva sacó un gran pase que dejó en buena posición a Óscar Opazo, quien no lo desaprovechó y con un preciso remate abrió el marcador. El Piña ya mostraba sus credenciales y la «sombra» del Mago comenzaba a desaparecer.
En el segundo tiempo aprovechó su juventud y velocidad para ser el eje en las salidas rápidas de Colo Colo. Fue así como, tras un rápido contragolpe, recibió sin marca un pase en el área de Jaime Valdés para anotar la segunda cifra del partido y su primer gol en el profesionalismo.
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Villanueva abrazó al Pájaro por la asistencia y luego recibió los festejos de todos sus compañeros, quienes se abalanzaron sobre él para felicitarlo por su debut como titular y en las redes.
El panorama era perfecto: un formado en Colo Colo deslumbrando ante un repleto Estadio Monumental. Pero el desgaste lo llevó a pasar un mal rato y lo obligó a salir en camilla del terreno de juego tras sentir un calambre. Los 26 mil hinchas valoraron su gran esfuerzo, sus enganches y gambetas, y lo ovacionaron de pie.
El Piña comienza a demostrar su talento en Primera División y ante San Luis hizo olvidar al Mago Valdivia.