Roger Federer festejó con todo su título en Wimbledon, Grand Slam que se adjudicó por octava vez tras vencer 6-3, 6-1, 6-4 a Marin Cilic en el All England de Londres.
Horas después de la consagración el tenista número 3 del ATP asistió a la tradicional cena de los campeones, donde compartió mesa con la española Garbiñe Muguruza, para después acudir a un pub de Londres acompañado de una cuarentena de familiares y amigos.
Allí al parecer la noche fue larga y visiblemente pasada por alcohol, según el propio Federer reconoció en rueda de prensa este lunes al reconocer que se acuerda bien poco de la fiesta de celebración.
«Me pesa la cabeza. No sé qué hice anoche, creo que mezclé demasiadas bebidas alcohólicas», reconoció.
«Pasamos un muy buen rato. Me fui a la cama a las cinco de la mañana y no me sentía muy bien cuando me desperté. Solo he empezado a sentirme bien hace una hora», agregó el ganador de 19 Grand Slam.
Federer superó con su octava ensaladera a otras dos leyendas del tenis, como Pete Sampras y William Renshaw, ambos con siete trofeos de Wimbledon cada uno. Gesta que bien merece unas copas.