El sistema de videoarbitraje VAR (árbitro asistente de vídeo) tuvo nuevamente el protagonismo en la Copa Confederaciones y está vez determinó uno de los momentos más tensos del partido de Chile contra Alemania en la final de la competición.
Corría el minuto 62 del encuentro y mientras los ánimos estaban acalorados por un par de encontrones, Gonzalo Jara se despachó un codazo en plena cara de Timo Werner que quedó visiblemente afectado por la acción que el árbitro Milorad Mazic ni siquiera se percató.
Desde la mesa de control avisaron lo sucedido y el juez se tomó su tiempo para analizar la acción, marcando el tenso momento que tuvo detenido por al menos dos minutos el partido.
Finalmente el serbio le perdonó la vida al defensor/strong> y sólo le puso tarjeta amarilla, provocando la reacción del jugador que aplaudió en su cara al árbitro, mientras los rivales demostraron su molestia por el cobro.
La polémica con el VAR no se quedó sólo en esta jugada, posteriormente Eduardo Vargas se ganó otra amonestación, esta vez por pedirle a Mazic la revisión de una jugada, potestad que sólo los jueces tienen.