El actual campeón de la NBA, Golden State Warriors, anunció la renovación del contrato de su jugador franquicia: el base Stephen Curry. El dos veces MVP del baloncesto estadounidense firmo por cinco temporadas a cambio de 201 millones de dólares, es decir, más de 40 millones de la divisa norteamericana por cada campaña.
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El jugador de 29 años es la primera superestrella que excede la barrera de los 200 millones de dólares en toda la historia del máximo torneo cestero del orbe. Con esta jugosa remuneración el talentoso elemento dejará atrás el «modesto» salario de 12 millones de dólares que recibía año a año y, de paso, cobrará más que el mejor pagado hasta el momento: Lebron James, de los Cleveland Cavaliers, que recibe 31 millones de dólares.
Con esto, el elenco de San Francisco aseguró a su mejor jugador y echó por tierra cualquier cambio de equipo que habría mermado claramente su poderío. En la última campaña con los Warriors, el base terminó la temporada regular promediando 25,3 puntos por partido. Además, por cinco temporadas consecutivas ha encabezado la liga en canastas de tres puntos.