Claudio Bravo sorprendió a todos cuando abandonó este lunes la concentración de la selección chilena y tomó un vuelo rumbo a España. Pese a que el arquero no jugará por lesión en el amistoso de este martes ante Rumania, el ultimo apretón previo al debut en la Copa Confederaciones, muchos se extrañaron cuando dejó el hotel en Rumania para partir a Barcelona por motivos personales.
Sin embargo, el portero tenía planificado el viaje en caso que no pudiera jugar ante los rumanos, ya que este martes es el juicio oral por la demanda que hizo contra Real Sociedad para exigir 1,2 millones de euros de la época en que fue vendido a Barcelona. Por eso, pidió permiso al cuerpo técnico para ausentarse de la concentración y así comparecer para dar su versión.
La ANFP, luego del revuelo que causó la salida del chileno, salió a explicar la situación y respaldó la versión del juicio, asegurando que le dieron un permiso de 24 horas. «El viaje fue autorizado por el cuerpo técnico y coincidió con la conferencia de prensa. Lo de Claudio (Bravo) es un tema importante para él en el área judicial ¿Sabían del viaje? Cuando comenzó el régimen de concentración hace una semana», señaló en Rumania sobre la ida a Barcelona del portero.
Tras el juicio, Claudio Bravo volverá a Rumania para integrarse nuevamente a la concentración y preparar el debut en la Confederaciones, el próximo 18 de junio ante Camerún, donde el capitán aún es duda por un desgarro que sufrió a finales de la temporada 2016/2017 y que aún no sana.
