Colo Colo estuvo muy cerca de conseguir la clasificación a la tercera fase de la Copa Libertadores. En sólo tres minutos, los albos empezaron ganándole el partido de vuelta a Botafogo y parecía que el trámite sería fácil. Sin embargo, los visitantes crecieron, crearon ocasiones de gol y tuvieron su premio a diez minutos del final, cuando Rodrigo Pimpao marcó la igualdad definitiva a un tanto y eliminó a los locales.
Pese a la alegría por la clasificación, en el Fogao reclamaron tras el encuentro por las que consideraron malas prácticas extrafutbolísticas del conjunto dirigido por Pablo Guede. Es que hubo dos situaciones que molestaron de sobremanera a los cariocas: el olor a pintura que sintieron en el camarín visitante y que Colo Colo no los esperara para salir juntos a la cancha del Estadio Monumental
Luego de aguantar durante toda la semana que los «ningunearan» o que saliera constantemente el término de «guerra», el que comenzó el técnico brasileño Jair Ventura, los jugadores de Botafogo llegaron envalentonados al Estadio Monumental y más aún con lo que tuvieron que vivir en su llegada al recinto de Macul.
Apenas ingresaron al vestuario, el fuerte olor a pintura les llamó la atención. Es que el camarín número 4, que fue designado al rival de los albos, fue pintado a primera hora de este miércoles y el hedor era claro. Una artimaña que se puede explicar por las remodelaciones que están haciendo y por los implementos que dejaron los trabajadores, pero que el Fogao encontró imperdonable.
Por si fuera poco, los cariocas no quedaron conformes con que Colo Colo no aceptará salir junto a ellos al terreno de juego, como es habitual en la Copa Libertadores. Los jugadores de Botafogo esperaron a los albos, pero estossalieron a saludar a los hinchas y se dirigieron al centro del campo de juego aparte.
Y cuando el partido ya terminaba y Rodrigo Pimpao marcó la igualdad que eliminó al Cacique, los proyectiles, que ya habían caído durante el partido, se intensificaron sobre la banca visitante e, incluso, el partido tuvo que ser detenido por largos minutos. Situaciones que sacaron a la luz una vez que clasificaron a la tercera fase del torneo continental.
«Se jugó con voluntad y garra, esto es Botafogo. Llegamos al estadio y el camarín estaba pasado a pintura y con un olor muy fuerte, me imagino que para que no nos pudiésemos quedar ahí. Muchos estábamos con dolor de cabeza, pero nada de eso vale y lo que vale es cuando la pelota se pone a rodar», dijo el goleador brasileño del partido en transmisión con Fox Sports.
Otro que también salió a hablar ni siquiera se guardó los garabatos fue el volante Bruno Silva, quien no escondió la emoción de la clasificación: «nuestro equipo es fuerte. Mucha gente nos critica, pero a nosotros nos gusta tapar la boca de quienes nos critican. Tienen que respetar al Botafogo».