Por César Luis Menotti
Cuando se pierde una final así, abundan los análisis fuertes y despiadados, que no tienen nada que ver con el fútbol. Permítanme decir que Argentina puede regresar con su orgullo intacto. Luchó y dejó todo, de eso no hay duda, aunque eso no quita que las cosas haya que decirlas con claridad: Chile es un merecido campeón de la Copa América y en estos momentos colectivamente juega mejor que Argentina. Tiene los conceptos más claros, más allá de que haya sido un partido parejo.
A mí me parece que Argentina está confundiendo algunas cosas que hacen que Messi no pueda rendir en la medida que corresponde. Todo jugador tiene obligaciones en un equipo y me da la impresión que nadie le ha explicado a Messi que su responsabilidad en Argentina no es hacer goles. No, no nos confundamos. Su obligación, como en el Barcelona, es hacer jugar bien al equipo, que no es lo mismo. Esa confusión hace que Messi, cada vez que agarra la pelota, tenga que correr 20 metros gambeteando para intentar llegar al gol. Él sufre mucho y siente una obligación de querer ganar el partido, pero su responsabilidad debería ser otra: ayudar a que el equipo juegue mejor. Para eso, sin embargo, necesita tener otros jugadores por delante de la pelota. Con tres volantes de contención y dos laterales que no casi no generan juego, toda la responsabilidad del gol recae en él e Higuaín. Y con esto no quiero decir que la culpa sea de Martino, porque yo no sé qué cosas les dice a los jugadores o cómo entrenan.
Lo digo con ánimo de contribución, porque a mí me pasaba algo parecido cuando dirigía a Maradona en el Barcelona. Él quería hacer todo lo posible para ayudarme con su maravillosa calidad de futbolista. Pero un día los junté a él y Schuster y les dije que la única ayuda que yo necesitaba es que me ayuden a que el equipo juegue mejor, que los goles iban a venir solos. Entonces, creo que lo hay que hacer es concientizar a Messi de que no juega en la selección para hacer el gol del triunfo. Llegar hasta tantas finales y no ganarlas genera un clima muy especial, es cierto, pero tiene que hacer el intento de divertirse un poco más, ser un poco más feliz en la cancha.
Supongo que ante este análisis se estarán preguntando primero por su renuncia. Mi opinión es que su anuncio no tiene mucho valor en este momento, no creo que Messi deje de jugar en la selección. En momentos de tanta tristeza y soledad, no hay que tomarse tan en serio las declaraciones. Dijo lo que le salió, pero creo que es algo de momento y ya pasará.
Sería injusto no explayarme también en lo que está haciendo Chile. No se llega de casualidad hasta dónde ha llegado y sin dudas ya está dentro de los grandes protagonistas del futbol internacional. Hay un tiempo grande de trabajo, de entrenamiento, de convicciones, una formación colectiva realmente para destacar. Es un ejemplo de solidaridad, un muy buen equipo que defiende su idea en cada una de las jugadas. Y no tendrá a Messi o a Cristiano Ronaldo, pero cuenta con Vidal, un jugador que ha tenido un crecimiento como pocos en el fútbol mundial. Donde Chile necesita resolver un problema, ahí está siempre Vidal, sea cual sea el lugar de la cancha. Hay que decirlo con todas las letras: Chile tiene merecido todo lo que ha ganado.
GRAF/CS