Por Diego Espinoza Chacoff – enviado especial a Barinas, Venezuela
El técnico de la selección chilena, Juan Antonio Pizzi, realizó una última práctica privada el pasado lunes en el estadio Agustín Tovar de Barinas, y ahí definió que el volante Arturo Vidal debía ser el jugador que alimentará de balones a Alexis Sánchez, Fabían Orellana y Mauricio Pinilla, en el duelo ante Venezuela.
Una determinación en la que el nuevo DT de la Roja le pidió al futbolista del Bayern Munich que la tomara con extremo cuidado. Esto ya que Vidal no sólo deberá cumplir labores de creación, sino que también deberá apoyar a sus compañeros para cortar los ataques venezolanos en el medioterreno.
Cuando esa transición ocurra, el mediocampista del Twente holandés, Felipe Gutiérrez, será el encargado de «tomar» la posición de Celia Punk en la creación, y esperar la recuperación de balón desde la mitad del terreno en el recinto La Carolina.
Todo esto auxiliado por las bandas con los laterales Mauricio Isla y Jean Beausejour, además del retraso de Alexis y Orellana al momento en que Chile deba defender con todos sus hombres, menos Pinilla; y de la ayuda de Francisco Silva en el mediocampo de quite.
«Es muy importante, y al igual que otros jugadores que están a su nivel. Es un privilegio dirigir este tipo de jugadores. Le da a un entrenador mucha tranquilidad en muchos aspectos y trataré de aprovechar sus virtudes», dijo Pizzi sobre el regreso de Vidal, quien estaba suspendido ante Argentina y retorna ante Venezuela.
Esta definición de último minuto por la que se decidió Pizzi en Barinas, dejaría a la Roja con Johnny Herrera en el arco, Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara y Beausejour; Silva, Gutiérrez; Vidal; Orellana, Pinilla y Sánchez.
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