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Jorquera ahora va a vestir la camiseta de su oponente en esta foto. / Agencia Uno.
Por Rafael Verdugo
@RafaVerdugo
“El campeonato pasó súper rápido, fue muy corto, tratamos de hacer las cosas bien… Mi rendimiento fue súper bueno, aunque me falta mejorar algunas cosas. Soy joven, tengo 20 años y me pone contento todo lo que he logrado”, aseguró a El Gráfico Marcelo Jorquera. Tan veloz como la irrupción de su nombre, que a punta de esfuerzo y talento lo tuvo durante varios días como una de las vedettes del mercado de traspasos, ya que tanto Colo Colo como Universidad de Chile gestionaron intensas negociaciones para que el joven valor de Ñublense reforzara su respectiva banda izquierda.
En los albos como alternativas por ese sector se encontraba el colombiano Juan Guillermo Domínguez, que parte del Cacique en diciembre. El otro es el argentino Lucas Wilches, que retorna de su préstamo en Zaragoza, pero que aún Gustavo Benítez no decide si permanece o vuelve a partir del Monumental.
A su vez, en el Romántico Viajero se hacen la idea de que una de sus piezas más valiosas, Eugenio Mena, emigrará a España. Roberto Cereceda, Luciano Civelli y Felipe Gallegos son las cartas, aunque ninguno tiene el puesto seguro, además calza dentro de la política del cuadro estudiantil que se centra en amarrar a jóvenes promesas.
Finamente fue la escuadra de Darío Franco la que ganó el gallito, por segunda vez en corto tiempo siendo antes el paraguayo Juan Rodrigo Rojas, primer refuerzo azul que también quisieron en el Monumental.
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Jorquera, nuevo jugador del Chuncho, de la mano del DT de los chillajenos Carlos Rojas, se convirtió en la gran figura de un elenco que terminó en la medianía de tabla el semestre recién pasado. “El profe es muy cercano y ha sido como un padre para mí. Él me llevo a Ñublense, me conoce bien y es una excelente persona… Llegué a Osorno en 2011 con el profe Rojas, él tenía la opción de irse a Ñublense. Ahí nos dijo a mí y a otro compañero, José Magaña, que estuviéramos tranquilos que nos llevaría y se dio la posibilidad de partir. Me inscribieron como juvenil en 2011. Al año siguiente en Primera B, no jugué los primeros cuatro partidos, después se dio que comencé a hacerlo”, apuntó, uno que también fue parte de la campaña del 2012 en que subieron a Primera División, período en que Isaac Díaz, actual artillero azul, era su compañero en los Diablos Rojos y nuevamente lo será en el CDA. “Es una súper buena persona, estoy contento por él y por todo lo que ha hecho en la U. Es un buen jugador, goleador, pero la verdad perdimos el contacto en estos meses”.
Nacido de la cantera de Unión Española encontró su espacio en la Octava Región. A su corta edad dejó su natal Santiago para buscar una oportunidad, acompañado de su polola con quien arrendó un departamento en Chillán, pero que deberá entregar al confirmarse su fichaje. “El clima es extremo, en invierno hace mucho frío y en verano mucho calor. Chillán es bonito, pero preferiría estar cerca de mi familia, ellos me venían a visitar una o dos veces al mes”, confesó el futbolista, quien por estos días se encuentra de vacaciones en la capital hasta el 17 de junio, fecha en que debía retornar puesto que la pretemporada de los rojos comienza el 21, pero que ahora lo hará para arreglar detalles de su partida, ya que primero deberá presentarse en el Complejo Deportivo Azul.
Marcelo disfruta su presente, ese que dice que los más grandes pelearon palmo a palmo su carta, la cual pertenece a la institución chillaneja, aunque de esa misma forma lo toma con mesura y tranquilidad. “Estoy feliz por haber sonado en equipos grandes del fútbol chileno. Con trabajo y profesionalismo todo se puede, me he dedicado 100% al fútbol porque me gusta. Agradezco a Ñublense, es una institución muy seria. De todas formas me pone contento poder tener la opción de llegar a Santiago, es lo que quiero, estar cerca de mi familia. Ellos son un apoyo fundamental para mí y me haría crecer mucho más en cuanto al desarrollo futbolístico”, comentó.
Con respecto a los pergaminos que hoy lo tienen en el Romántico Viajero señaló que “me gusta atacar harto y llegar al área contraria, rematar al arco, sacar centros. Me gusta estar en el medio, no tengo problema en pasar de la línea de cuatro al ataque. Creo que mis virtudes son la rapidez, buena técnica y en general el buen juego”, cerró.
El presidente de Ñublense, Patricio Kiblisky, selló la negociación ayer por la tarde con el gerente deportivo de los azules, Andrés Lagos, por lo que Jorquera cumplirá el deseo y anhelo de retornar con los suyos.
