El pequeño volante chileno suma sus primeros elogios en Italia
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Por Cristian Salas
La Real Academia de la Lengua Española define perseverar como “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión”.
En Chile, entonces, podríamos definir perseverancia, el acto de perseverar, en dos palabras: Nelson Bustamante.
¿Se acuerda de él? Es el chico que en 2007 fue descubierto por el programa de reportajes Contacto de Canal 13 haciendo lujos, malabares y cachañas con una pelotita de fútbol en distintas esquinas de Santiago. Era un pedazo de crack.
Después de ese reportaje, un grupo de empresarios lo contactó y se lo llevó a Italia presentándolo como el Messi Chileno. Era su gran chance de convertirse en futbolista profesional donde sólo triunfan los grandes de verdad. Brescia le abrió las puertas, pese a su problema de crecimiento y nutrición.
Allí estuvo hasta fines del 2011, cuando en el cuadro biancoazzurro se aburrieron. Es que pese a que siguió el mismo tratamiento del mejor jugador del mundo, sólo llegó a medir 1,58 metros, una estatura poco adecuada para jugar fútbol a alto nivel. Entremedio sufrió otra desilusión: César Vaccia lo ignoró para la Rojita Sub 20.
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Bologna fue su próximo paso. Allí sólo alcanzó a estar seis meses. Las puertas y los sueños de Nelson parecían derrumbarse, hasta que a mediados de este año recibió un llamado del Lecce, posiblemente su última oportunidad. Hoy estamos a punto de decir que la tercera fue la vencida.
Es que el talento no va incluido ni en el porte ni en el peso. Un par de semanas en el equipo primavera (divisiones inferiores) del cuadro giallorosso bastaron para cautivar a Franco Lerda, DT del primer equipo que hoy está jugando en la Lega Pro (Serie C) después del escándalo de arreglo de partidos que sacudió a la península el año pasado.
El oriundo de San Bernardo, hoy con 20 años, debutó profesionalmente hace dos semanas y el miércoles pasado anotó su primer gol, golazo de globito desde fuera del área para ser más preciso, en el 5-1 del Lecce sobre el modesto Aprilia, por Copa Italia.
Los medios locales se volvieron locos con el talento del chileno que lució la 10 en su espalda y que fue elegido la figura del encuentro. Su apodo de Messi Chileno pasó al olvido para dar paso a Busdiamante. “La escena es puro espectáculo de gran técnica hecha de rollos, cortes y golpes de la filmoteca (…) Es un talento puro para ser tomado y fortalecido”, dice un párrafo del extenso reportaje que le dedicaron en Pianetalecce.it luego de su debut goleador.
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