Reproducción
PUBLICIDAD
Una tranquilidad inusitada fue la que demostró ayer Ramón Ulloa mientras se encontraba al aire en T13 Radio en momentos en que se desataba el terremoto 8.4 que afectó al norte chico y que, en la capital tuvo intensidad 7,2.
Instalado en dependencias de la emisora de Canal 13, específicamente en un tercer piso, el periodista que habitualmente destaca por su claridad para explicar en pantalla distintas contingencias, talento que le ha sido reconocido reiteradamente en Twitter, anoche Ulloa volvió a apoderarse de unos de los diez hashtags de la red social, en esta oportunidad por la calma con la que enfrentó el fenómeno de la naturaleza.
Horas más tarde, desde Coquimbo, donde se encuentra cubiriendo en terreno la noticia, alcanzó a hablar unos minutos con Publimetro en medio de su vorágine laboral.
“Me sorprende lo que ha sucedido, sé que ha llamado la atención, a mí lo que me ha llamado la atención es eso, que haya llamado la atención”, dice antes de entrar en detalles acerca de la situación que puso a prueba su profesionalismo sin que él alcanzara a inmutarse.
“Sé que el video se ha visto harto, uno se abstrae de lo que pasa y trata de mantener la calma. Los chilenos ya estamos acostumbrados , para que nos inquietemos tiene que ser muy fuerte. Uno trata de mantener la calma, está muy concentrado, sabe que no puede provocar tanto pánico, no más del que la gente ya tiene”, es la certeza del rostro del departamento de prensa de Canal 13.
“La reacción no es pensada, es natural”, dice antes de admitir que se encontraba realmente abocado a lo laboral, muy lejos de entregarse a las sensaciones normales de una persona que no se encuentra en ejercicio de sus funciones profesionales. “No sentí miedo porque estaba preocupado de la transmisión. Y de mi familia, que estaban en Concón en un piso 15, y mi hijo en Algarrobo”, cuenta al tiempo que relata que más temprano que tarde pudo constatar el buen estado de su señora y sus hijos.
PUBLICIDAD
Y no pudo más que enterarse y seguir en lo suyo, ahora desde Coquimbo, reporteando en terreno. Desde donde rápidamente, mientras lo requieren para funciones específicas alusivas a la noticia en desarrollo, reconoce que el terremoto de febrero del 2010 lo vivió desde otro lugar emocional.
“Para el 27 F sí que tuve miedo porque no estaba trabajando. Ahí salí corriendo a buscar a mis hijos, estaba en modo papá, ahora estaba en modo periodista”, dice convencido de que en instancias como las de este miércoles, sólo hay que “trasnsmitir tranquilidad. Esto es natural para uno, ya estoy seteado, hay que aperrar”.
Por Carolina Ceballos