Comenzamos octubre y eso significa que el final del año se acerca. En nuestro país también es señal de que el termómetro comenzará a subir. La sensación térmica al interior de un domicilio (sea casa o departamento) no depende sólo del flujo del aire, sino que también de los materiales con los que dicho lugar fue construido.
Si bien una solución rápida, práctica y a corto plazo es contar con electrodomésticos de climatización (como ventiladores y/o calefactores), hay algunos elementos de la estructura de tu hogar que se pueden reemplazar o modificar.
Las ventanas
Lo primero respecto a ellas es fijarse que la instalación esté hecha de buena manera. Bien selladas, sin espacio a filtraciones. Uno se los mejores tipos de vidrios son los termopaneles, pues haya calor o frío, permiten conservar dicha temperatura al interior del domicilio. Sin embargo, la tecnología de las ventanas igual se ha ido actualizado y hoy existe el cristal Low E.
Se trata de un vidrio que posee una capa invisible en una de sus caras, la cual consigue que el termopanel sea doblemente aislante comparado con un vidrio común (o crudo, como se dice en lenguaje técnico). Esto ayuda a reducir considerablemente el uso de aparatos de regulación térmica, ya que mantiene la temperatura deseada dentro de las cuatro paredes.
El deterioro de los objetos al interior de una vivienda como muebles, cortinas y alfombras, es también algo que se evita con un cristal laminado, ya que este filtra en un 99% el ingreso de rayos UV.
Adiós a la pérdida de color de los tapizados. Gonzalo Acevedo, gerente comercial de Vidrios Lirquen, quienes trabajan con esta tecnología, señaló a Publimetro que «el mercado chileno es líder en soluciones tecnológicas en la región, ya que su clima más extremo que la mayoría de los países vecinos y el alto costo de la energía nos ha hecho incorporar los productos utilizados en mercados más desarrollados como el europeo y norteamericano».
Los vidrios dobles
El especialista agregó que también existe un nuevo tipo de doble vidriado conocido como Spacia. Éste se compone de dos cristales entre los cuales se ha generado un vacío. Para que estos no estén en contacto entre si, se encuentran separados por muy pequeñas piezas metálicas prácticamente invisibles.
«Con esta tecnología se logra obtener muy buenos coeficiente de aislación térmica pero con un muy bajo espesor de la unidad acristalada», añade Acevedo.
Las paredes sólidas
Por increíble que pueda parecer, hay pequeñas desiciones y trucos que pueden hacer un mundo de diferencia a la hora de mantener o disminuir el calor de tu hogar.
Lo primero es identificar las «paredes frías». Por lo general suelen ser aquellas de materiales como concreto, piedra, o maderas muy delgadas. Indentifícalas tocando las paredes con la mano. Seguramente serán las orientadas al norte.
Si quieres que te ayuden a mantener el calor, puedes forrarlas con paneles de madera, corcho o telas. Poner biombos decorativos frente a ellas también son una buena opción.
Colocar estanterías bien llenas de libros también sirven como elemento para concentrar temperaturas, ya sean cálidas o frías.
Un tip curioso, si tienes calefacción central, es poner paneles de aluminio. Hazlos tú mismo con planchas de cartón forradas de papel de aluminio. Colócalos de manera discreta entre la pared y el radiador. Evitarán que el calor se pierda por la pared, reflejándolo hacia la estancia. En caso contrario, si quieres disminuir la temperatura, lo mejor es mantener apagada esa calefacción.
Aprovechar las otras áreas
Si aún así no logras mantener fresca tu casa, mantén las puertas de tus baños y de la cocina abiertas. Por lo general, estas instancias de tu hogar poseen salidas de aireación que mantienen un flujo constante de aire. Por lo tanto, sin abrir las ventanas (lo que empolvaría bastante tu hogar) podrás acceder a aire fresco sin costo alguno.
De hecho, los pisos de baldosas que por lo genera tienen estos lugares, también ayudan a que se mantengan frescos. ¡Sácales provecho!