No se sabe el motivo, pero un granjero de Tailandia se dio cuenta que una de sus gallinas presentaba un problema que a todas luces significaría que perdería la vida: le cortaron la cabeza.
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Sin embargo, han pasado nueve días de ese hecho y el ave sigue viva, caminando cómo si nada, mientras que un veterinario la sigue alimentando dándole comida por su garganta.
El increíble caso ocurre en la provincia de Ratchaburi y de acuerdo al profesional, continuará brindándole alimentación mientras continúe respirando.
«El animal tiene su vida. Si quiere vivir, lo alimentamos», indicó Supakadee Arun Thong en declaraciones consignadas por The Sun. «Tengo que admitir que este pollo es un verdadero guerrero con un corazón muy duro», agregó.
Ahora, pese a lo extraño que suene el caso, no es la primera vez que acontece algo así. En 1945 Mike, un ave que residía en una granja de Colorado, pasó 18 meses viviendo sin su cabeza entre 1945 y 1947.
El mencionado pollo Wyandotte tenía cinco meses y medio de vida cuando Lloyd Olsen lo seleccionó para comérselo. Sin embargo, al cortar con su hacha el cuello del animal, este siguió vivo.
Esto porque cortó mayoritariamente la cabeza, manteniendo la vena yugular, por lo que quedó intacta la mayor parte del tronco encefálico.
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La situación enterneció al granjero, especialmente después de ver al pollo caminar torpemente e intentar hacer sonidos. Por eso, terminó cuidándolo y lo alimentó con un cuentagotas y dándole granos de maíz, los cuales insertaba directamente también por su cuello.
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