Ocho meses de edad tenía el bebé que fue asesinado y mutilado por su madre, en un crimen que tiene impactados a los mexicanos por su crueldad, pero también por su supuesta vinculación con rituales satánicos.
El crimen quedó al descubierto luego que el padre del menor solicitara ayuda a la policía para ver a su hijo. La pareja se encontraba separada y cada vez que concurría la vivienda su ex mujer le impedía ver al pequeño.
La policía de Chimalhuacán, a cargo de la búsqueda del lactante, llegó hasta la vivienda de la mujer donde se encontró con la horrible escena.
La madre del menor estaba vestida de negro y en el interior de la vivienda el bebé yacía sin vida en medio de pentagramas, velas y objetos relacionados a la brujería.
Según la información que reproduce el diario La Razón de México las pareja de la mujer escapó y la mamá fue detenida.
Según contó la madre en el interrogatorio al pequeño lo llamaban Belcebú y durante el supuesto ritual, mutilaron el cuerpo del niño y luego lo asesinaron como una ofrenda a Satanás.