Bruce Blackburn, un hombre residente de la ciudad australiana de Perth, fue a comer con unos amigos al Civic Hotel en Inglewood el pasado 26 de enero. Para él y sus acompañantes pidió lo mismo, una rica hamburguesa.
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Y uno de sus amigos al llegar el plato, dio de inmediato la primera mordida y todo bien. La segunda, igual. El problema fue cuando llegó la tercera mascada. «Tomé un par de bocados y todo bien, pero el siguiente no pude morderla», señaló.
Extrañado con la rara textura que tenía entre sus dientes, decidió sacar la parte superior del pan para investigar que había y se encontró con la peor de las sorpresas: su hamburguesa traía un pequeño ratón.
«Tener un almuerzo durante el Día de Australia y esto es lo que mi amigo Bruce obtuvo en su hamburguesa», escribió el hombre en su cuenta de Facebook, compartiendo fotos de su «ratamburguesa».
Posteriormente, confirmó la veracidad de lo ocurrido a 9News Australia, afirmando que dio aviso al local y lo único que hicieron fue devolverles el dinero. Por su parte, desde el recinto no quisieron hablar y solo señalaron que estaban investigando la situación.