En EEUU las fotos familiares son una tradición y muchos se gastan sus buenos dólares para inmortalizar un momento de sus vidas.
Por eso Pam Dave llevó a sus hijos y a su esposo hasta un parque que había acordado con una fotógrafa profesional, el que sería el lugar “perfecto” para inmortalizarlos.
Ahí la mujer les tomó varias instantáneas y una semana después llegó el “producto terminado” a su casa, según señala Metro.
Cuando Pam abrió el sobre no podía creer lo que estaba viendo, ya que las fotos tenían el peor trabajo de photoshop de la historia, estaban irreconocibles e incluso a muchos les pareció que sus caras daban miedo.
La mujer no pudo dejar de compartir las fotos en Facebook y repetidamente aseguró que “esto no es una broma”.
“Dijo que su profesor nunca le enseñó a retocar fotos. Siéntete libre de compartir. Literalmente no me he reído tanto en años!!!!! Esto no es una broma”, agregó.
Pam reconoció que “nunca me había reído tanto en mi vida” y que incluso sus hijos pensaron que los padres les estaban haciendo una broma.
“Nos dijeron que parecíamos personas de Lego”, apuntó.
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