HOTEL PUNTA SIRENA, Curanipe, Región del Maule, 2014.
Destinado principalmente a fanáticos del kitesurf y quienes buscan desconexión total, en su diseño se trabajó siempre pensando en un posible terremoto y tsunami. La base es una estructura de árbol: grandes fundaciones con mucho peso y pilares esbeltos, tratando de tener la menor resistencia al agua. Son 12 habitaciones en suite, 3 habitaciones compartidas (loberas), restaurante, cocina, área administrativa, sala multiuso, zona de servicio y bodega para equipos de windsurf y kitesurf. Con todas las circulaciones exteriores, los pilares y vigas quedan expuestas, por lo que fueron tratadas con imprimante carbolíneo color negro.
Hotel Surazo, Navidad, Región del Libertador General Bernardo O’Higgins Region, 2008.
Matanzas tiene una belleza única dada su conformación geográfica de pequeña bahía y conjunto de islotes, a sólo 2 horas y media de Santiago. Este hotel se proyectó basado en una trama de envigados de madera en módulos de 4×4 metros que organiza el programa mediante patios que mantienen permanentemente el edificio relacionado con el exterior. Las habitaciones tienen doble orientación: hacia el mar, con terrazas de las mismas dimensiones que la habitación, protegidas del viento y con los árboles existentes integrados, y hacia atrás, donde el patio interior común logra un microclima.
Casa Till, El Arco, Navidad, Región del Libertador General Bernardo O’Higgins, 2014.
La casa se emplaza en la punta de un acantilado con quebradas hacia el poniente, norte y oriente, generando una situación de isla. Se proyectó en un módulo de 3.2 m x 3.2 m en madera, donde todo su esqueleto (pilares y vigas) queda a la vista, los forros exteriores son café oscuro, interiores en blanco en los muros y cielos, y piso de madera.
La casa considera dos dormitorios, estar, comedor y cocina compartiendo el mismo ambiente durante el día, y en la noche se corren grandes puertas correderas que dan privacidad a los dormitorios. Además hay grandes terrazas techadas hacia el poniente, norte y sur, dando respuesta al asoleamiento predominante de la tarde.
Casa Cortés, El Arco, Navidad, Región del Libertador General Bernardo O’Higgins, 2014.
Una pareja encargó este refugio de fin de semana para ir con sus dos niñas, en un lugar de acantilados de 200 metros de altura donde el acceso a la playa es a través de senderos muy difíciles. Los materiales usados son madera, piedra y vidrio, generando un volumen rectangular de dos pisos enfrentando el mar. La planta libre del primer piso contiene living, comedor y cocina, y en el segundo nivel está el dormitorio principal frente al mar y hacia atrás un dormitorio de niños y otro de invitados.