La comediante Jani Dueñas habló sobre su paso por el Festival de Viña del Mar en 2019, una jornada marcada por su rotundo fracaso. Esto lo hizo en el podcast Miau Austral, conversación en la cual reveló detalles de lo que ocurrió antes de su llegada a la Quinta Vergara y también tras la noche en que fue pifiada sin piedad.
Dueñas contó que cuando la llamaron para invitarla al evento, pensó que le querían regalar entradas y preguntó de cuántos tickets se trataba. Ya al entender que querían que se presentara en el certamen, pidió tiempo para pensarlo, pero debía dar una repuesta al día siguiente. «Fue todo muy como con mucha presión sobre esa decisión», dijo y recordó que la única persona que dudó un poco sobre esta invitación fue su amiga y también comediante Paloma Salas.
Además, explicó que el enorme éxito que había tenido con su especial de Netflix y el hecho de que el «Monstruo» llevaba años dormido, no dejaban mayor posibilidad para que el show fuera un desastre. De hecho, jamás se planteó esa opción ya que el escenario más negativo podría haber sido pasar sin pena ni gloria. Sus cercanos tampoco pensaron en esa posibilidad, comentó.
«Yo tenía mis reservas igual, con que si yo pertenecía a ese lugar» dijo sobre lo transversal de público. Y agregó: «Hay partes de esa noche que yo no me acuerdo, la posibilidad de que esto pasara (el fracaso) no estaba en los planes de nadie. Nadie nunca me sugirió que me podía ir mal».
«El efecto que tuvo en mí el momento en que me empiezan a pifiar y mi reacción totalmente descolocada, donde yo realmente no supe qué hacer y donde mi cuerpo y mi cabeza trataron de sobrevivir a un trauma espantoso, yo no me acuerdo», recordó la comediante.
Lamentablemente, este desastre no quedó en la Quinta Vergara. Es más, las inesperadas secuelas fueron de larga duración. «Las posibilidades de una pifiadera de 15 mil personas, de un circo romano descarnado posterior, convertirme en la niña símbolo del fracaso en Chile, las amenazas de muerte, la feminazi cu…, la vergüenza nacional, la humillación y ‘ojalá te murai’, eso no estaba en ninguna parte, porque yo tampoco sabía donde me estaba metiendo realmente».
Los errores de Jani Dueñas
Dueñas, quien es la voz en off de «La Divina Comida» y Patana de «31 minutos», hizo un mea culpa respecto a lo ocurrido. «Me equivoqué profundamente», dijo y agregó: «no me preparé para ese escenario. Tomé malas decisiones en el camino, elegí desde un lugar muy tozudo no cambiar algunas cosas de mi rutina. Fui muy al choque. Yo reconozco que esa energía se me devolvió. No me fui a probar mi rutina al ‘Festival de la Pera’… si yo lo hubiese hecho, me hubiese dado cuenta». Y fue más allá: «Fui con una rebeldía media pendeja que la gente la sintió de antes».
«Siempre lo comparo con un choque contra un árbol. Como que yo hubiese visto el árbol, sabiendo que iba a chocar y fui no más. Mi responsabilidad no puedo evitarla. Yo hice que eso pasara, no supe manejarlo bien», dijo asumiendo lo ocurrido.
A pesar del tiempo transcurrido, Dueñas hizo una confesión brutal sobre lo que significó este fracaso. «A mí Viña me rompió. Me rompió para siempre, yo creo. Uno puede reparar cosas y uno puede hacer un proceso de entendimiento, de aceptación. Yo no tengo la sensación de que esto haya sido algo malo para mí, creo que es una de las experiencias de las que yo más he aprendido. Y la comparo con la muerte de mi papá y otras cosas espantosas».
La comediante cree que tras lo ocurrido en el escenario se ensañaron con ella. «Fueron muy crueles conmigo», aseguro y dijo: «querían que pidiera perdón». Eso tuvo consecuencias. «Me generó más ganas de protegerme y de alejarme de la gente. Y me fui de viaje un rato, estuve harto sola y me costó caleta la verdad. He trabajado harto mi vulnerabilidad después de esto», contó.
Lo ocurrido la cambió. «Ya no me aferro tanto a las cosas», dijo. Y explicó que si bien lo pasó muy mal tras el Festival de Viña, «no me arrepiento. Pero no sé si volvería, no siento que yo tenga una revancha con eso».