Una denuncia por no pagar desde 2019 el arriendo del departamento que habita junto a su pareja en la comuna de Lo Barnechea tiene por estos días enfrentado con la justicia a Sebastián Hormazábal, el hombre que imita a Nino Bravo en «Yo soy» de Chilevisión.
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Fue por medio de las redes sociales que se supo del caso en el que está involucrado Hormazábal y su pareja, Elizabeth Campos, una paramédico de la Clínica Las Condes, quienes fueron llevados a la justicia por los dueños del inmueble, un matrimonio de adultos mayores, que acusan el término del contrato de arrendamiento por incumplimiento en el pago del departamento ubicado en el Condominio Nazaret del sector de la «Ermita de San Antonio», en Lo Barnechea.
Publimetro conversó con la familia afectada, quienes aportaron mayores antecedentes del caso en el que el imitador de Nino Bravo en el estelar de Chilevisión dejó de pagar su arriendo en 2019.
«Llevan aproximadamente más de dos años sin pagar y ahora el problema que tenemos es que durante la pandemia a ellos ya se les han mandado dos cartas para que dejen el departamento, pero se ponen en rebeldía y aseguran que no van a dejar el departamento», explican, al paso que aseguran que desde ese aviso tanto Hernández como su pareja nunca se contactaron con ellos para dejar el inmueble.
«En esa conversación, Sebastián comunicó que ellos no se iban a ir del departamento, que le iban a seguir pagando, cosa que no sucedió», remarcan los demandantes, que aseguran que el concursante del programa de CHV tuvo «malos tratos» con su papá.
El incumplimiento del imitador de Nino Bravo en CHV
En efecto, en la justicia las cartas de término del contrato de arrendamiento datan de octubre de 2019, cuando se les avisó a Elizabeth Campos, quien firmó el contrato, y a Sebastián Hormazábal de que debían dejar el inmueble al incumplir con los pagos a Juan Carlos Alvarado, quien firmó el contrato de arrendamiento con la pareja del imitador de Nino Bravo.
«Él dijo que no se iba a ir del departamento, que iban a seguir pagando. En realidad creen que nosotros no vamos a hacer nada. Esto fue antes de la pandemia y lo que ellos hicieron después de eso fue dejar de pagar el arriendo. Ahí ya no pagaron nada, cero pesos. Y ahora, hace tres meses atrás, volvieron a depositar, pero así, ponte tú, unos 100 mil o 150 mil pesos, lo que ellos han querido, en realidad», explican.
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Lo que tiene más contrariado al matrimonio es que la morosidad y la negativa de la pareja a dejar el departamento se da a pesar de que la mujer de Hormazábal tiene trabajo en la Clínica Las Condes y mantiene un sueldo fijo mensual.
La negativa para dejar el departamento
«Lo que llama la atención es que el contrato de arriendo está nombre de Elizabeth, pero ella tiene trabajo fijo. Ella trabaja, es paramédico de la Clínica las Condes y no ha respondido ni las llamadas ni los WhatsApp, nada. Lo último que habló Sebastián fue cuando dijeron que no iban a dejar el departamento y que lo que en realidad quieren es como adueñarse de la propiedad. Incluso varias personas del sector, vecinos, han dicho que ellos han tratado de cambiar las cuentas de luz, agua, todas esas cosas, a su nombre».
Agregan que la escasa voluntad de Hormazábal por dejar la vivienda tiene en problemas a la pareja, quienes tienen un comprador para el departamento, ya que con ese dinero desean irse de Santiago debido a los problemas de salud del dueño de la propiedad, operado del corazón, y a que su esposa está haciendo los trámites de jubilación.
«Tienen comprador ahora y necesitan vender ahí porque necesitan irse de Santiago. Una se va a jubilar y el otro es operado del corazón, ese es su ingreso. Y el tema es que cada vez que intentan hablar con ellos, el trato es súper malo. No contestan o dicen que no tienen nada que hablar, que ellos han hecho los pagos del arriendo, pero el dueño del departamento tiene los comprobantes de que no es la totalidad del arriendo».
Y claro, ya que en los documentos que adjuntaron en el juicio hay un par de depósitos realizados por Hormazábal a la cuenta de Alvarado, por los meses de julio y agosto de $200.000, menos de los $265.000 que cuesta el arriendo de la vivienda impaga desde 2019.
«Debimos asesorarnos con abogados. hablamos con dos, incluso a uno le adelantamos el pago, pero todo este tema por la pandemia, los juicios no se estaban dando, no los estaban sesionando. Y también la notificación a ellos, por carta certificada, se demoró. A pesar de la demora, les llegó la notificación y ahora están esperando que los llamen para que se presenten a juicio por la demanda», explican acongojados a la espera que los tribunales puedan ayudarles a desalojar al artista nacional y su pareja.
