El final de la primera temporada de «Falcon y el Soldado del Invierno» se convirtió rápidamente en trending topic. Y era de esperarse, ya que durante el episodio se suceden escenas de acción y revelaciones sin respiro.
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Atención a quienes no han visto el el capítulo, porque este texto está cargado de spoilers.
A los pocos minutos de comenzado el episodio se revela una de las grandes interrogantes del capítulo anterior y Sam Wilson aparece vestido como Capitán América y tomando en serio el rol. Su plan es salvar a los políticos a cargo de los refugiados que son el blanco de los Flag-Smashers.
Pronto llegan Bucky Barnes ¡y Sharon Carter! a ayudar, pero la pelea no es fácil. Karli Morgenthau ya ni siquiera espera sobrevivir y su sed de venganza la lleva a intentar asesinar a los rehenes.
Tras un esfuerzo conjunto en el que incluso se suma el caído John Walker, logran salvar a los rehenes, quienes incluso le agradecen a Bucky.
Quizás un de los momentos más impresionantes es cuando se revela que el Mediador de poder es nada menos que Sharon, quien logra acallar a quienes saben su secreto. Producto de ello, Karli muere en los brazos de Sam.
Tras ese momento llega el discurso de Sam. Habla de cómo cuando toma el escudo sabe que millones de personas lo van a odiar. Le dice al grupo de políticos que ahora que conocen la indefención de los refugiados pueden hacer algo al respecto.
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Además, asume que él no tiene superpoderes: «El único poder que tengo es que creo que podemos hacer mejor las cosas«. Con esto, invita a los políticos a preguntarse por qué Karli murió y a que ellos tienen tanto poder como un dios loco o una veinteañera equivocada. Y les pregunta cómo van a usar este poder.
Ya cuando Sam finaliza sus palabras, Bucky deja de lado su usual ironía y le dice «Buen trabajo, Cap».
Luego de ser arrestados, el resto de los súpersoldados Flag-Smashers van camino a la cárcel de alta seguridad conocida como La balsa. Pero jamás llegan a destino pues explota el vehículo en el que viajan. Todo cortesía del más llamativo de los prisioneros del lugar: Zemo.
Luego se ve a la esposa de John Walker, junto a la Contessa Valentina Allegra de Fontaine, quien tiene una sorpresa para el exCapitán América: le entrega un traje y un nombre. Ahora es U.S.Agent. Eso sí, el misterioso personaje adelanta que «las cosas están por volverse raras». Es por eso que no se va a necesitar un Capitán América, sino un U.S. Agent.
En su búsqueda de redención, Bucky le cuenta la verdad sobre la muerte de su hijo a su amigo Yori Nakajima y le deja su preciada libreta como regalo a su siquiatra.
Por su parte, Sam se reúne nuevamente con Isaiah Bradley, quien entiende su postura como nuevo Capitán América, y le muestra cómo se le conmemora ahora en el museo dedicado a Steve Rogers. «Ahora nunca olvidarán lo que hiciste por este país», dijo.
Ya hacia el final se ve tanto a Sam como a Bucky celebrando en familia en el pueblo natal de los Wilson.
Pero, digno de Marvel, fue la escena post créditos las que dejó más preguntas. Luego de que Sharon consiguiera un completo perdón de Estados Unidos y se le devolviera su anterior puesto con un emocionante «Bienvenida a casa, Agente Carter», se muestra que Sharon no ha perdonado de vuelta a Estados Unidos y, en cambio, se prepara para vender todos los secretos militares a los que tenga acceso.